El día que el "Coco" Basile "le sacó la fiebre a 2 jugadores de Racing" para ganar la Supercopa de 1988

Los jugadores que lograron el último título internacional para la "Academia" compartieron una cena, en la que las anécdotas fueron el centro de atención. Un improvisado baile del "Pato" Fillol, la multitud en Ezeiza y el vozarrón del DT revivieron la conquista en Brasil

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Parte del plantel de Racing
Parte del plantel de Racing que fue campeón de la Supercopa de 1988 (Eduardo Ramenzoni)

Pasaron más de 30 años de aquel hito que logró el equipo que lideraba el Coco Basile. Tras superar 2 a 1 al Cruzeiro en el Cilindro de Avellaneda, el 18 de junio de 1988 Racing levantó su última copa internacional en Belo Horizonte. El gol de Omar Catalán todavía retumba en los pasillos del Mineirao y cada vez que se reúnen los protagonistas de la gesta, nuevas anécdotas se instalan en una mesa cargada de nostalgia.

Con el periodista Eduardo Ramenzoni como principal impulsor de la iniciativa, los jugadores que derrotaron al Santos y River, antes de llegar al choque decisivo frente al Cruzeiro revivieron la historia que escribieron en el fútbol sudamericano.  

(Eduardo Ramenzoni)
(Eduardo Ramenzoni)

Jorge Acuña fue uno de los primeros que sorprendió con una intimidad que se vivió en la concentración en Brasil. "El Coco Basile nos sacó la fiebre para que juguemos", recordó el Mote entre risas, mientras hablaba con el Ruso.

Miguel Ángel Colombatti, figura de aquel plantel, también apeló a su memoria para revivir los festejos que se dieron en Ezeiza. "Como nuestro vuelo llegaba a las 4 de la mañana pensábamos que no nos iba a recibir nadie, pero hubo más de 6.000 personas esa noche en el aeropuerto. Fue increíble, porque también nos acompañaron al hotel donde nos quedamos concentrados por el partido del domingo", deslizó el ex volante.

Finalmente, Ubaldo Matildo Fillol, héroe indiscutido de la hazaña por sus notables atajadas, recordó que en los días previos a la revancha en Belo Horizonte se animó a improvisar una samba con Rubén Paz, idea que sirvió para descontracturar a un plantel que estaba cargado de tensión. "Con el tiempo el Coco me lo agradeció", dijo el hombre que también fue campeón del mundo en 1978 y se atrevió a elegir cuál fue la mejor tapada de su carrera.

Pasaron más de 3 décadas. En la actualidad Eduardo Coudet trabaja para que Racing vuelva a tener una alegría en el ámbito local. Después del esperado título de Mostaza Merlo en el 2001 y la consagración de Diego Cocca en 2014, el Chacho tiene la misión de recuperar la identidad académica para que la entidad de Avellaneda vuelva a atravesar las fronteras.

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