No había podido hacerlo en el primer gol, cuando fue rápidamente acorralado por sus compañeros al lado del arco donde terminaba de abrir el marcador de Boca ante Palmeiras, pero se acordó de él en el segundo y fue en su búsqueda: en medio de la corrida del festejo de su segundo tanto Darío Benedetto se dirigió al banco, señaló al kinesiólogo Sergio Brizzo, era él a quien buscaba y al llegar se dieron un abrazo de redención.
"Fue muy importante en mi recuperación, me hizo de psicólogo, de amigo, momentos con cara de culo al ir a entrenar y él se la comía… La verdad que estoy muy agradecido por la recuperación que tuve con él, en el primero no pude abrazarlo pero con el segundo por suerte lo pude ir a abrazar", reconoció el goleador de Boca respecto del trabajo que hizo con el profesional de la salud.
Sergio Brozzi es el kinesiólogo del plantel profesional de Boca desde 2008 pero es además una eminencia en su especialidad. Entre 2010 y 2013 dictó la cátedra de Kinesiología Deportiva en la Universidad Favaloro, en 2009 fue kinesiólogo del Sevilla de España y de la Selección.
Benedetto sufrió en noviembre de 2017 una rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, una de las lesiones más graves que pueden sufrir los futbolistas, en un partido que Boca disputó ante Racing y que perdió por 2 a 1. La recuperación de Pipa fue más tediosa de lo que el futbolista esperaba, ya que cuando estaba rehabilitado de la rodilla sufrió una tendinitis aquileana que demoró su regreso. En julio pasado, el delantero ingresó en el segundo tiempo de un partido amistoso con Independiente Medellín pero sobre el final del partido sintió una molestia y debió salir. En plena pretemporada, el cuerpo técnico decidió que el jugador regrese a Buenos Aires para no correr riesgos.
Todo se hizo cuesta arriba para Benedetto, quien sin embargo mantuvo su constancia y decisión para recuperarse. En agosto de 2018 finalmente se produjo su regreso. Fue titular en el triunfo de Boca por 4 a 2 ante Libertad de Paraguay que le dio a los de Guillermo Barros Schelotto el pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
En ese camino de casi nueve meses de espera, Sergio Brozzi fue clave para Pipa. Lo acompañó, lo respaldó, lo motivó y lo instó a trabajar duro para regresar mejor. El profesional dirige junto a Diego Cogliandro, kinesiólogo del plantel de San Lorenzo desde 2013, el centro médico Kynetar, especializado en medicina y rehabilitación deportiva al que asisten varios futbolistas argentinos y otros tantos atletas de élite.
Cuentan con una delegación de 92 profesionales de la salud distribuidos en las sedes de la firma (Recoleta, Nordelta y Pilar), cuya política prioritaria es la de privilegiar el vínculo con el paciente ya que, consideran, la confianza es la clave para potenciar el perfeccionamiento de los servicios.
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