Con una ráfaga decisiva sobre el epílogo, Boca superó 2-0 a Palmeiras en La Bombonera por la primera semifinal de la Copa Libertadores y se lleva a San Pablo una más que interesante ventaja para buscar acceder a la definición. Darío Benedetto, con sus dos goles, resultó la llave. Pero detrás, a pesar de las dificultades del equipo para elaborar juego, contó con varios soldados destacados, sobre todo desde el empuje, para que el Xeneize intentara hasta la última pelota.
Agustín Rossi (6): partido sobrio del arquero, cuando más ojos había posados sobre su figura. Le tapó un buen remate a Dudú (aunque el árbitro no advirtió su intervención y dio saque de arco) y brindó seguridad de arriba.
Leonardo Jara (5): voluntarioso, con vocación para pasar, pero sin claridad ni tiza en los centros.
Carlos Izquierdoz (7): tuvo de cabeza uno de las chances más claras de Boca antes de los goles, pero su intento se fue ancho. Sólido de arriba, en su quinta, cumplió con creces.
Lisandro Magallán (6): de los dos centrales fue el que más salió a romper. Junto con Izquierdoz controlaron bien al colombiano Borja.
Lucas Olaza (7): Desde el lateral izquierdo, con criterio, una de las cartas ofensivas más interesantes del local. Un buen remate en el primer tiempo y un tiro libre que mereció ser gol (se lo tapó el arquero Weverton), sus participaciones más destacadas.
Nahitán Nández (5): con la sangre caliente, como pide este tipo de partidos, aunque sin la lucidez para romper la estructura defensiva de Palmeiras, que cedió al final. En su favor, no claudicó.
Wilmar Barrios (6): aun desordenado e impetuoso con la pelota, una reserva anímica cuando Boca se dejó acunar por la cadencia de Palmeiras. Incluso se animó a una patriada que se quedó sin gasolina en la puerta del área. Siempre importante.
Pablo Pérez (6): irregular, por momentos sin precisión en el último pase, pero intenta. Sin Gago y sin Cardona, es el único conector de líneas del equipo. Y cuando acierta, se nota.
Cristian Pavón (4): todavía no logró recuperar la chispa de antes del Mundial. Sin la velocidad de antaño, tomó malas decisiones. En su favor, de a ratos quedó muy aislado.
Ramón Ábila (4): mientras estuvo en el campo, Boca apostó mucho a la segunda jugada desde su faro y perdió bastante con los centrales de Palmeiras. Recibió baja calidad de balones y le costó transformarlos en jugables. Su reemplazante terminó siendo la figura.
Sebastián Villa (6): interesante aporte saltando desde el banco. Volcado sobre la derecha, intentó ser el cambio de velocidad. Fue el autor del centro del 1-0.
Darío Benedetto (9): entró a 13 minutos del final y eso le alcanzó para ser la gran figura del partido. Dos participaciones decisivas para romper el partido; un cabezazo bien de 9 y una perla con pisada, propia de un distinto. Volvió el Pipa.
Julio Buffarini: ingresó en el descuento para bajar la persiana.
Guillermo Barros Schelotto (7): con jerarquía en el banco, apeló a ella y Villa y Benedetto pagaron con buenas actuaciones. En el debe: el equipo sigue exhibiendo falta de volumen de juego, mientras Fernando Gago permanece en el banco y Edwin Cardona ni siquiera lo integró.
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