El "secreto motivacional" que Diego Maradona tomó de Carlos Bilardo y aplica en Dorados de Sinaloa

Más allá de los planteos tácticos, el "Diez" apostó a una simbiosis con el plantel para la levantada del conjunto de Culiacán en la Segunda División de México. Y apeló a un excéntrico método para solidificar el vínculo con los futbolistas

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El plantel y Maradona al
El plantel y Maradona al frente: la simbiosis que Diego busca en Culiacán

Hay un antiguo truco detrás de la gran campaña de Diego Maradona al frente de Dorados de Sinaloa; una herramienta, un "secreto motivacional", del que supo echar mano Carlos Bilardo en la Selección y en Estudiantes de La Plata (tal vez con otro espíritu), que patentó Carlos Griguol en Ferro y que el Jefe, como llaman al Diez en Culiacán, aplica con éxito en su regreso a la dirección técnica.

El Gran Pez acumulaba apenas tres empates en seis partidos antes de que Diego se sentara en el banco de suplentes. Con él al timón, Dorados ganó cuatro partidos y cayó en uno en la Segunda División de México, lo que le permitió mezclarse en zona de clasificación a la Liguilla por el ascenso. Para lograrlo, más allá de las modificaciones tácticas, de la presión extendida que exige en los trabajos con Luis Islas, su ayudante de campo; de la orden de que la pelota corra al ras de la hierba, Maradona apostó a una simbiosis con los futbolistas. Un liderazgo más transversal. Para ello, con el magnetismo de su figura, buscó tocarles su corazón a sus pupilos. Y, hasta el momento, lo consiguió.

Se puede advertir en que cada jugador que convierte un gol lo busca para el abrazo en el banco. O en los bailes colectivos que ya se popularizaron luego de las victorias, en el vestuario. "Él consigue el cariño de los jugadores", subraya Matías Morla, su apoderado. Pero el trabajo fino del ex capitán de la Selección no se limita a los entrenamientos. En las horas extra es donde el vínculo con sus dirigidos se solidifica. Y es el propio Morla el que descorre el velo del excéntrico método de motivación.

"Diego les cae en la casa, de sorpresa", revela. Sí, aun con sus problemas de movilidad (artrosis en las dos rodillas), que en la victoria ante Mineros del último sábado lo forzaron a dirigir con muletas. El abogado presenció algunas de esas visitas en los primeros días de Maradona al comando del plantel. "Estaba conmigo en el hotel y por ahí me decía: 'Che, Morlita, ¿dónde vive tal? Averiguame que le caemos. No le digas a nadie'. Averiguábamos y caía en la casa de sorpresa. Tocaba timbre y le decía:  'Quiero conocer a tu mamá, quiero conocer a tu papá'. Abrís la puerta y está él: 'Hola, ¿cómo te va?'", contó una de las situaciones.

"Mientras yo estuve les tocó a uno de los delanteros y a un defensor", amplía las coordenadas de la metodología, que continuó con Maximiliano Pomargo, cuñado de Morla y uno de los dos colaboradores más cercanos del astro, al frente de la logística de las excursiones.

El recurso no es nuevo. En Fujairah FC, equipo de Emiratos Árabes al que condujo al repechaje por el ascenso (luego saltó a Primera), también lo aplicó con buen suceso. "En Dubai estuvo dos años haciendo un reality show; había momentos en los que tampoco podía caminar por la calle. Y les caía en la casa a los jugadores. Las familias no lo podían creer", trae el recuerdo el abogado. En muchos casos, incluso, se ha quedado a cenar con ellos, encabezando una sobremesa cargada de sus anécdotas.

El abrazo con el autor
El abrazo con el autor del gol, un clásico en su breve estadía en Culiacán (Foto: Reuters)

El "operativo visita" se suma a los "premios especiales" que ofrece, individual o grupalmente, luego de los partidos. Al ecuatoriano Vinicio Angulo, por ejemplo, tras el hattrick del debut del Diez (Dorados goleó 4-1 a Cafetaleros de Tapachula), le regaló un reloj de lujo marca Hublot, como los que Maradona usa en cada muñeca. Además, invitó a todo el plantel (incluidos los colaboradores) a comer un asado en el restaurante argentino del que se hizo habitué.

El fin de semana, Dorados recibe a Tampico Madero, uno de los colistas, por una nueva fecha del Ascenso MX. Pero antes, en el transcurso de la semana, alguno de los pupilos de Diego escuchará el timbre de su hogar. Y en el umbral se encontrará a Maradona, en persona, con la inyección anímica en un abrazo, uno de los secretos mejor guardados del éxito del ídolo en México.

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