Tras la derrota frente a Brasil (0-1) se volvió a escuchar al presidente de la AFA -flamante miembro de la FIFA- pronunciar sus tres palabras mágicas: "proyecto, tiempo y diez años".
Nada de esto es cierto: el proyecto –especialmente para las categorías Juveniles- no existe, no está escrito, nadie lo ha verbalizado siquiera; el tomarse tiempo obedece más a los tiempos políticos de la AFA y especialmente a aquellos que él necesita y los diez años resultan una quimera: el país no tiene ningún proyecto a diez años y el fútbol lo inviabiliza más que ninguna otra actividad. El mismo Tapia le firmó un contrato como parte de un "proyecto" a Jorge Sampaoli por cinco años y se lo rescindió a los 13 meses.
Es por ello que Claudio Tapia cree contar con dos candidatos: Gerardo Martino y Lionel Scaloni, que como se verá más adelante se reduce a solo uno.
En el caso de Gerardo Martino, el presidente de la AFA supone que el sincero afecto mutuo generado por haber compartido muchos viajes podría revertir una situación que parece terminada: Martino solo dejará al Atlanta United de la Major League para ir a dirigir a la Selección Mexicana de Fútbol. Será ésta la única circunstancia por la cual aceptará cambiar tranquilidad y calidad de vida por adrenalina.
Es cierto que en la Copa América de los Estados Unidos, el "Tata" y el "Chiqui" generaron una afectuosa relación. Eran tiempos de una AFA intervenida y abstracta durante la cual Tapia supo ganarse la confianza de Martino, pues a la luz de los hechos ocurridos resultó la "cara visible" de una institución tan ausente como caótica.
Más aún siendo solo un miembro de la Comisión de Selecciones Nacionales –junto a Juan Carlos Crespi – y potencial candidato a presidente de la AFA. Se tomó la atribución de alquilar un chárter a una empresa norteamericana para anticipar el regreso de la delegación en 24 horas; o sea arribar a Ezeiza en la mañana del lunes 27 de Junio de 2016 en lugar de hacerlo a la madrugada siguiente como estaba previsto y pagado. Acceder a este pedido de los jugadores, tal como lo ha hecho siempre Tapia, le costó a la AFA alrededor de 200.000 dólares.
No resulta temerario deducir que tan pronto estuvieron de regreso, Martino ya tenía decidido renunciar a la conducción de la Selección Nacional.
Había cuanto menos una media docena de razones para la toma de tal decisión:
1- El plantel le había pedido la cesantía del preparador físico Elvio Paolorosso, quien lo venía acompañando desde hacía casi dos décadas.
2- Martino había sufrido situaciones insólitas como técnico de la Selección, tales como tener que pagar de su bolsillo comidas – sorteo de la Copa América en Asunción-, pues la tarjeta corporativa de la AFA estaba bloqueada.
3- Tanto Juan Carlos Crespi ( Boca Juniors) como Claudio Tapia – Comisión de Selecciones Nacionales – constituían un respaldo afectivo carente de poder político.
4- Hacía diez años que los dos colaboradores más cercanos – Elvio Paolorosso (preparador físico) y Jorge Pautasso (ayudante de campo)- no se hablaban entre ellos. No tenían trato después de una pelea a golpes de puño, hecho que resultó siempre un calvario para Martino.
5- Llevaba cerca de seis meses sin percibir los honorarios, al igual que todos los componentes de su cuerpo técnico.
6- Messi, taxativamente, y Agüero, elípticamente, habían declarado sus alejamientos de la Selección Nacional en declaraciones bajo emoción después de perder por penales la final frente a Chile por segunda vez consecutiva.
Todas estas circunstancias habían generado en Martino el clima propicio para desertar de la Selección Nacional. No obstante, desde el punto de vista público, faltaba una buena excusa, algo contundente. ..
Y la excusa detonó cuando se iniciaba el proceso de convocatorias para los Juegos Olímpicos de "Río 2016". Los clubes –como lo hicieran recientemente para esta última gira– negaron a sus jugadores destacados y fue así que Martino renunció.
También para él fue una frustración. Su plan de vida era jugar el Mundial de "Rusia 18'" dirigiendo a la Argentina y retirarse del fútbol. Objetivo que sinceramente compartió con Tapia en noches de sobremesa y sincera amistad.
Sin embargo apenas unos meses después, en Septiembre de 2016, el Atlanta United F.C le ofreció un contrato ideal en dinero y en calidad de vida. Pudo reencontrarse con su extraordinaria familia (dos hijas abogadas -María Celeste y Maria Noel- y un hijo estudiante de Ciencias Económicas-Gerardo Andrés–) y aunque aún van y vienen desde y hacia Rosario, su esposa Angélica –profesora de inglés – padeció aquellos años de AFA que suponemos ya son una etapa superada.
Sin embargo, mientras Tapia espera una milagrosa charla con Martino, en México dan por hecha su contratación y su asunción para la primera semana del próximo Diciembre.
Claudio Tapia le confiesa a sus amigos más cercanos que podrá convencer a Gerardo Martino para que acepte bajo su garantía personal el regreso a la Selección Argentina. Se trata de una aspiración de sincero voluntarismo, sin más sustento que una pretensión individual e inconsulta, pues en la AFA nadie se preocupa por el técnico de la Selección Argentina.
Tapia debería saber que el contrato de Gerardo Martino con el Atlanta impide llevar a cabo gestiones con la institución del mundo que fuere hasta la finalización de la presente temporada, que será el 5 de Diciembre de 2018. Y es por ello que hasta el 8 de Diciembre no podrá haber anuncios de ningún tipo, ya que si ésta cláusula fuera vulnerada Martino debería pagar una multa significativa e inapelable.
Tal desdén y desconocimiento demuestra que hoy la Selección Argentina dejó de ser un objetivo primordial para convertirse en un mezquino sujeto político dentro de una AFA cada vez más dividida. El glorioso Seleccionado Argentino es parte de negociaciones: "dame esto, te doy la Selección".
El propio Jorge Sampaoli, última expresión del desinterés y dislate dirigencial, le dice a quien quisiera escucharlo que faltando dos meses para viajar a Rusia realizó 68 llamadas desde su celular al del presidente Claudio Tapia sin que éste le hubiese respondido jamás, aunque sea una vez…
Puesto que en el minúsculo mundo del fútbol todo (o casi todo) se sabe, podría resultar ocioso reafirmar que Diego Simeone no imagina, ni piensa en términos de un futuro inmediato, como Director Técnico Jefe de la Selección Argentina. El Atlético de Madrid, al conjuro de su prodigioso trabajo, ha elevado sus ganancias a cerca de 400 millones de euros. Esto significa que ha superado en más de 200 millones de euros las utilidades previstas en el presupuesto del 2018-2019 y sobrepasado en algo más de 100 millones las previstas para el 2020.
Este monstruoso éxito deportivo y económico del "Aleti" no explica "per se" ninguna decisión futura de Simeone, pero quien alguna vez haya compartido un bife con él en "De María" de Madrid sabe que jamás nadie de la AFA se le ha aproximado y si alguien hubiese hablado con su representante – la abogada Natalia Simeone de Dibos, su hermana – claramente no ha superado ante ella el primer filtro, el elemental, el de la seriedad.
Muchos actores del Fútbol Argentino han apelado y siguen recurriendo a Simeone para diversas consultas, pero nadie para hablarle sobre la Selección Nacional. Y quien lo hiciere podrá desmitificar una etiqueta tan injusta como falsa pues Simeone admira, respeta y valora a Messi; jamás prescindiría de él si alguna vez los caminos se cruzaran.
Mauricio Pochettino – por quien Tapia manifestó preferencias – fue claro cuando en el marco de un reportaje realizado en DirectTV dijo respecto de la Selección Argentina: "Tengo cuatro años más de contrato, es inviable". Fue así que el entrenador del Tottenham cancelaba toda especulación futura con su nombre.
Lo de Gallardo es simple. El dijo: "De lo que estoy seguro es que nada dura para siempre. La estabilidad no solamente la da uno, emocionalmente cómo se siente, con qué entusiasmo y con qué energía está, cuáles son los resultados. Para mí cada final de año es importante, siempre. Yo me baso mucho en cómo llego a cada final de año, en los desafíos, si tengo ganas de vivirlos, si tengo entusiasmo para enfrentarlos. Si veo que hay una comunión entre todas las partes… Si todo eso está bien no tengo por qué cambiar. Y si hay razones para cambiar es porque suceden cosas y en eso está hasta el mismo desgaste y yo en ese sentido soy muy respetuoso conmigo mismo y con los demás. Si no encuentro eso posiblemente no siga estando pero el punto lo haré al final del año como lo hago siempre".
Tales reflexiones propias de un hombre inteligente no apuntan a abrir ninguna puerta con la Selección. Surgen de alguien que ama a River, que se siente cómodo en su club, que piensa en los frutos del proyecto de las inferiores pero que recibe ofertas en dólares o en euros y elogios desde el exterior todo el tiempo. River como objetivo totalizador y la familia como principal causa de vida impiden por ahora que el mejor técnico de nuestro fútbol proyecte una perspectiva diferente que en ningún caso incluye a la Selección. El mismo se ocupó de una rápida aclaración al afirmar "que su cabeza está en River".
Entonces, hasta este momento tenemos: Gallardo no; Martino, no; Simeone, no; Pochettino, no. O sea que el único aspirante que queda es Scaloni. Quien resulta ser el de menor representatividad, estatura profesional, prestigio, trayectoria, vivencias, conocimientos, experiencia, méritos, capacidad demostrada y liderazgo.
Por lo visto, los demás dirigentes de la AFA están dejando el tema Selección fuera de toda agenda prioritaria. La Asamblea del 29 de noviembre, que definirá la pretensión del Gobierno de incorporar la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas, está demandando la atención y energía de los presidentes de clubes en todo tipo de negociaciones. Si los proponentes que acompañan al Gobierno logran que el sufragio sea secreto habrá un número sorprendente que lo votará; sí en cambio, fuera a "mano alzada"y "rostro descubierto", resultará difícil que las SAD sean admitidas. En el mientras tanto hay ofertas para comprar voluntades –como en aquel fatídico y vergonzoso 38-38 -, también promesas, aprietes varios (especialmente por las deudas de los clubes) y el "infaltable" decreto 1212 que exime a los clubes de pagar las cargas sociales y "podría derogarse" en caso de…
A todo esto Tapia ya es miembro de la Conmebol y de la FIFA, sumando millas aéreas , nueva ropa y un moderno diseño de coiffeur en su peinado. No se advierte que le ponga el cuerpo a esta importantísima decisión. No obstante, sus adláteres sienten que tiene el apoyo mayoritario –no unánime – del Ascenso y que saldrá políticamente fortalecido después de la Asamblea para imponer al técnico de la Selección.
Por ahora tiene a un solo candidato, que es Lionel Scaloni. Todo lo demás es mentira. Tapia está frente a un problema. ¿Puede hallarle solución a un problema alguien que constituye el problema?
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