Santiago Rufino jugaba en Pinocho, club con gran tradición en el futsal. Ya había sido preseleccionado para integrar el plantel que encaró la preparación para los Juegos Olímpicos de la Juventud, luego de un scouting extenso a lo largo y a lo ancho del país que se profundizó en 2016. A los 15 años, ya había había disputado con la Selección el Sudamericano Sub 17. Fue entonces cuando sus virtudes como ala zurdo terminaron de convencer a un gigante de Europa: Barcelona.
"Quedé sorprendido, ya que está interesado en mí uno de los clubes más grandes del mundo, en el que cualquier chico se moriría por jugar. Que yo tenga esta chance es un logro y orgullo impresionante", contaba en una entrevista con Infobae en diciembre de 2017. Jordi Torras, secretario técnico de las formativas del equipo azulgrana, había sido quien le había hecho un seguimiento profundo antes de llamarlo a una prueba, en la que quedó. Hoy lleva casi cuatro meses meses jugando en el Barcelona Lassa B, la filial.
¿A quién hace recordar esta historia? Sí, a un tal Lionel Messi, quien siendo un juvenil lleno de sueños también armó el bolso para mudarse al fútbol español y luego se transformó en una estrella mundial. A los 18 años, Rufino anhela, con humildad, seguir un camino de éxito evitando los paralelismos. "Es una locura que me comparen o digan que soy un nuevo Messi, porque Messi hay uno solo. Pero me genera un gran orgullo", subrayó.
Pues bien, Santiago, con el dorsal 9, es una de las figuras del seleccionado que conduce Matías Lucuix, que alcanzó las semifinales del torneo de futsal en Buenos Aires 2018. El ala convirtió en tres de los cuatro partidos de la fase inicial: frente a Eslovaquia, en la caída ante Irak, y en la goleada contra Panamá que le propició a Argentina la oportunidad de pelear por una medalla.
En Rufa, como lo dicen sus amigos, se depositan muchas de las ilusiones de la Selección, que para apuntar a la medalla de oro primero deberá sortear a Brasil, en el Superclásico sudamericano (desde las 20, en el estadio Tecnópolis). Si un "futuro Messi" merodea la cancha, nunca hay que perder las esperanzas…
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