Decenas de cámaras de televisión para captar las imágenes. Vallados de seguridad a doscientos metros. Hinchas que lloran. Hinchas que miran la escena como si con ella se les estuviera yendo parte de la vida. Una implosión que transforma en escombros al estadio Monumental, ese templo, ese monumento emblemático del fútbol argentino en general y de Buenos Aires en particular, como tantos otros de la Ciudad. Es posible que la escena ocurra dentro de cuatro o cinco años, si es que se concreta el proyecto en el que ya está trabajando el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio.
Rápidamente hay que decir que por ahora se trata solamente de una posibilidad. Lejos de estar confirmado que River vaya a tener una nueva casa, no hay que descartar que la dirigencia se termine inclinando por remodelar el actual Monumental, una idea que D'Onofrio no descarta de ninguna manera y que, a decir verdad, es la que prefieren muchos hinchas e incluso dirigentes del club.
Con todo, D'Onofrio ya dejó en claro que, si le dieran a elegir, él optaría por construir un nuevo estadio con capacidad para unas 85.000 personas a unos 600 metros del actual Monumental, en los terrenos que están detrás de la exESMA. Según le dijo a Infobae, prefiere construir uno nuevo porque el Monumental ya cumplió 80 años y sus cimientos se van deteriorando por el paso del tiempo. "Yo también viví grandes momentos en el Monumental. Momentos que no voy a olvidar en toda la vida. Pero a los más nostálgicos hay que decirles que el estadio va a seguir estando hasta que hagamos el nuevo. Lo vamos a someter a votación en la Asamblea de Representantes de Socios", dijo D'Onofrio.
En efecto, si se hiciera el nuevo estadio, cuya construcción demandaría entre cuatro y cinco años, está contemplada la demolición del Monumental para la venta de buena parte del actual terreno donde se encuentra la cancha. Hay varias empresas interesadas en desarrollar un gran emprendimiento inmobiliario.
Hoy el tema es materia de análisis por parte de las autoridades de River, pero el bosquejo con el proyecto está en el despacho presidencial de D'Onofrio, en el primer piso del Monumental. ¿Qué quedaría en pie de la actual estructura del club? El museo, el estacionamiento y la pileta. El resto de los deportes empezaría a practicarse en el predio donde quedaría emplazado el nuevo estadio, cuya construcción demandaría un gasto de unos 250.000.000 de dólares. El área educativa de River, que hoy tiene en funcionamiento se trasladaría enfrente del Monumental, en un polo educativo que se construirá donde hoy está el Tiro Federal.
El megaproyecto sería financiado con la venta de los terrenos donde se encuentra el Monumental y con el aporte de empresas privadas, especialmente con una que podría ponerle su nombre al nuevo estadio y con las que comprarían los palcos. Para no resignar la localía durante el tiempo que demandaría la construcción del nuevo estadio y evitar situaciones traumáticas para los abonados, el actual estadio sería derrumbado cuando esté listo el otro.
El tema, que despierta rechazos y adhesiones casi en dosis semejantes entre los socios e hinchas de River, será tratado en Comisión Directiva posiblemente en 2019 y se supone que allí será aprobado porque el oficialismo es amplia mayoría. "Calculo que la Comisión Directiva lo tratará no antes del año que viene. Sería difícil que el tema se ponga sobre la mesa este año", comentó a Infobae uno de los principales dirigentes del club. Luego de ello, debería recibir la venia de la Asamblea de Representantes de Socios, compuesta por 150 asambleístas. Según establece el Estatuto del club, se necesita que 2/3 de los votos aprueben un tema, con lo cual en este caso deberían ser 100 los asambleístas que levanten el pulgar. De los 150, 100 pertenecen al oficialismo y los otros 50, a las tres listas que perdieron ante la de D'Onofrio en las elecciones de diciembre del último año: las de Antonio Caselli, Carlos Trillo y Leonardo Barujel.
Si no se concretara la idea de construir una cancha nueva, D'Onofrio encabezará obras para remodelar el Monumental. Según las primeras estimaciones, podrían tener un costo aproximado de 45.000.000 de dólares. Esas obras contemplarían la construcción de nuevas plateas cerquita de la actual pista de atletismo, de manera que las tribunas se arrimarían al campo de juego. También le colocarían un techo al estadio y realizarían un rejuvenecimiento de las estructuras internas del Monumental, una de las obras más reclamadas por los socios porque al llover mucho el anillo del estadio suele inundarse. "Si remodelás el actual, ¿dónde jugamos mientras tanto? Porque hay que remodelar todas las tribunas, está el tema del colegio y a los que van a la platea San Martín les tendríamos que decir que durante un año no pueden venir a la cancha. Nos matan", advierte D'Onofrio en plan de seducción de su idea de la mudanza.
Desde su fundación, el 25 de mayo de 1901, River tuvo cinco estadios diferentes: el primero fue en la Dársena Sur del puerto de Buenos Aires; luego se mudó a Sarandí, donde estuvo entre 1909 y 1912; el tercero estuvo nuevamente en la Boca, en la manzana comprendida por las calles Pinzón, Caboto, Aristóbulo del Valle y Pedro de Mendoza, de 1915 a 1923; el tercero (a partir de 1923) en Palermo, en la esquina de Figueroa Alcorta y Tagle; y el Monumental, inaugurado el 25 de mayo de 1938, durante la presidencia de Antonio Vespucio Liberti, tal el nombre oficial de la casa del equipo millonario.
"River se movió siempre de lugar porque siempre buscó superarse", sostiene D'Onofrio dejando en claro que prefiere la mudanza. "Espero que el próximo presidente de River me invite el día de la inauguración al Monumental remodelado o al nuevo", comenta D'Onofrio, convencido de que –de un modo u otro- se vienen nuevos tiempos para el club que presidirá hasta diciembre de 2021.
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