Si algún desprevenido repasa la lista de jugadores convocados en Irak quizás no lo encuentre. Es que Justin Meram adopta el nombre que luce en su pasaporte cuando está con su selección: Justin Hikmat Azeez (al suyo en primer lugar lo siguen el de su padre y su abuelo). La historia de este delantero extremo que milita en la MLS es muy particular.
Sus padres se conocieron en Estados Unidos después de marcharse de su Irak natal en las décadas del 60 y 70. Lejos de Medio Oriente, en una cultura muy diferente y diametralmente opuesta como la norteamericana, criaron en Michigan al pequeño Justin, quien le tomó el gusto al fútbol arengado por su tío Tony. De la Universidad estatal fue reclutado por el Columbus Crew, equipo en el que juega como profesional desde 2011 (solamente la temporada pasada estuvo a préstamo en el Orlando City).
El sitio The Players' Tribune recreó su vida en primera persona y allí Meram contó cómo fue su insólita convocatoria a la selección iraquí, siendo que jamás había visitado su país de origen ni conocía completamente su idioma.
Un usuario de Facebook llamado Yousif Al-Khafajy le envió un mensaje: "¿Eres iraquí?". Meram revela lo difícil que es vivir en suelo estadounidense teniendo sus raíces desde que sucedió el 11 de septiembre de 2001. Incluso confesó que recibió insultos y acusaciones de todo tipo por parte de los aficionados rivales: "Terrorista apestoso", solían gritarle. Por eso temió que ese recado en la red social fuera para agredirlo o estigmatizarlo.
Finalmente con cierto grado de inconsciencia, respondió sincera -y afirmativamente- a ese desconocido. ¿Quién era? Un fanático de la selección nacional iraquí que rastreaba futbolistas a través de internet para abastecer a la federación de fútbol de su país. Un buscador de talentos.
Un interminable proceso burocrático hizo que recién a los dos años del primer contacto pudiera hacerse oficial su participación en Irak.
Meram siempre había escuchado hablar a su madre de las palmeras altas, el agua cristalina y la arena dorada y brillante de sus tierras. Eso lo motivaba para encontrarse y amigarse con sus antepasados. Aunque cuando les comunicó a sus padres la decisión de formar parte de la selección iraquí, no los notó del todo convencidos.
El choque de culturas fue notorio. Justin notaba la forma por demás de relajada con la que se movían sus compañeros: eran muy impuntuales a la hora de una reunión de equipo y a menudo rompían la dieta en algún puesto de cómidas rápidas. Eran situaciones a las que no estaba acostumbrado pero a las que se fue acostumbrando pese a no compartir.
Justin y el defensor Ali Adnan, del Atalanta de Italia, son quizás las figuras más importantes del elenco conducido por el serbio Srecko Katanec. Los Leones apenas disputaron una Copa del Mundo en su historia (fueron eliminados en la fase de grupos de México 86) y ganaron la Copa Asiática 2007.
Meram tiene facilidad para tirar caños en la MLS
No es un negado a la hora de la definición pero la cuota goleadora no es la principal virtud de Justin, que sí sobresale por sus asistencias, gambetas y caños.
El argentino Gastón Sauro, compañero suyo en el Columbus y de estrecha relación, aportó algunos detalles a Infobae: "Es un pibe muy divertido, con mucho sentido del humor. Es familiero y una gran persona. Como futbolista tiene uno contra uno, desequilibra y es habilidoso. Juega sobre izquierda y le gusta meterse para adentro y patear. Es muy importante para nosotros acá en el equipo".
Desde las redes sociales de la federación de fútbol iraquí se entusiasmaron con ganarle a Argentina al enterarse de la ausencia de Lionel Messi de cara al amistoso que se disputará en Arabia Saudita. Y Meram, su ancho de espadas, sueña con dar la nota.
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