El estreno del breaking como disciplina oficial del calendario de los Juegos Olímpicos de la Juventud ocurrió ayer en Buenos Aires ante la mirada de cientos de espectadores que transformaron la expectativa del debut en furor, fundamentalmente ante la presencia de Bumblebee, el ruso de 18 años que se convirtió en campeón al vencer en la definición de la categoría B-boys al francés Martin (la japonesa Ram, de 17 años, se impuso en B-girls a la canadiense Emma)
"Hace nueve años practico breaking y la medalla es un regalo para mi familia. Lo vivo como un momento importante porque se trata del primer oro olímpico de la historia", comentó.
¿Qué es el breaking?
Fue en sus inicios un estilo de baile urbano descendiente de la cultura Hip Hop nacida en los barrios marginales de Nueva York en los inicios de la década de 1960. El breaking es, a diferencia de las pautas expresivas de las danzas con las que se relaciona, una expresión anárquica del cuerpo. Al decir de uno de sus mejores intérpretes e impulsores de la disciplina en Europa, el filósofo, poeta y bailarín Miguel Ballarín (24) "una expresión intuitiva de lo que es el movimiento más poderoso de uno mismo".
Aquello que comenzó como un arte urbano se ha transformado por estos días, sin embargo, en parte de la industria, del sistema. Empresas mundiales advirtieron el interés que los jóvenes que practicaban el breaking generaban en los transeúntes donde fuera que decidieran expresar su arte e incursionaron en la promoción de esta disciplina que llegó al calendario olímpico pese a la polémica que subyace entre quienes afirman que esta expresión del arte nada tiene que ver con el deporte.
"Aquello de arte urbano ha dejado de serlo de manera estricta. Arte ciudadano, lo llamaría yo. ¿Qué tiene de urbano el arte? Se puede entender desde tres formas. Primero, como aquel que utiliza como soporte artístico la ciudad. En ese sentido, el breaking no necesariamente tenía que serlo pero entenderemos que sí, en tanto y en cuanto nos encontramos ante un gran problema de locación porque todo arte sería urbano en ese sentido, a menos que hablásemos de determinados bailes tradicionales, rurales y demás", apuntó Ballarín en una entrevista publicada en el sitio pantarei.com.
El experto en esta disciplina marcó las diferencias con el tiempo de nacimiento de esta danza a los que hoy corren. "Lo que empezó como un arte urbano contestatario ya no es lo que fue en aquel momento porque ha sido completamente apropiado por aquello que pretendía contestar. Y me alegro de que haya sido así. Me alegro de que al fin y al cabo lo que fue la reivindicación de una exclusión social y de una marginalidad que daba lugar a la violencia y a problemas rampantes y muy materiales para un segmento siempre demasiado grande de la población, y también siempre demasiado determinado e identificable; ya no lo sea (…) Uno no encuentra ya lo que fue el contexto de surgimiento del hip hop: la crisis del petróleo de 1973, una desatención municipal absoluta hacia la oferta cultural y hacia el cuidado de estas comunidades y sobre todo de esas juventudes que supieron plantear por sí mismas unas alternativas de ocio pacíficas y eficaces, sanas y viables, y todo lo que ha venido después".
Batallas
Cuando de competir se trata, los duelos del breaking son llamados batallas. Los enfrentamientos entre los B-boys o las B-girls pueden ser individuales, en parejas o crews. Para definir al ganador se califica la performance del atleta en los cuatro segmentos que conforman la disciplina: Top Rock (presentación), Foot work (movimiento de pies), Power move (fuerza abdominal y de brazos, agilidad, flexibilidad y disciplina) y Freeze (quedarse "congelado" o quieto en una posición). La calificación va a depender de la técnica, la originalidad, la complejidad, rítmica y fluidez de dicha entrada.
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