Los últimos 15 minutos del empate 2-2 entre Racing y Boca saltaron de escándalo en escándalo. Desde el ingreso de Ricardo Centurión, cuyas intervenciones fueron tomadas como una provocación por los jugadores de la ribera (¿y generaron su reacción anímica?), pasando por los gestos de Eduardo Coudet cuando fue expulsado y finalizando en los empujones del final del partido y la protesta a los gritos de Guillermo Barros Schelotto cara a cara con Darío Herrera, con una frase que también involucra a River y a Independiente. Lamentable.
Con el duelo 2-0 en favor de Racing, tal vez buscando un lucimiento ante su ex club que lo volviese a catapultar como titular, Centurión intentó un par de jugadas con su sello, lo que aumentó el enojo de los jugadores visitantes, quienes ya estaban cargados por los fallos arbitrales (el primer gol fue en offside y Herrera omitió un agarrón a Pavón cerca del área). A los 30′ del complemento, el Wachiturro ensayó una bicicleta y hubo cuatro rivales que lo fueron a buscar al unísono y lo golpearon. Desde afuera de la cancha, Nahitan Nández comenzó a gritarle "vendehumo".
Luego llegó la expulsión de Matías Zaracho, lo que provocó la explosión de Eduardo Coudet, que leyó "compensación". En consecuencia, por sus protestas airadas, fue expulsado. Y se marchó a los gritos, primero dirigiéndose a uno de los jueces asistentes, y luego directamente a Herrera, acusándolo de haber tenido "miedo" y dibujándole la franja de Boca en el pecho.
Consumada la igualdad, ambos planteles se les fueron encima a la terna arbitral. Allí se dieron algunos empujones y un par de cruces bien condimentados entre los dos equipos, con Guillermo Barros Schelotto, Gabriel Arias y Fernando Gayoso (entrenador de arqueros del local) como protagonistas. "Dos goles en offside. Nos hacen penales y no nos los cobran, contra Independiente, contra Racing… ¡Así no se puede!", bramó el DT de Boca. El último capítulo de un final bochornoso.
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