Sentado en su oficina del estadio Banorte, casa de su nuevo club Dorados de Sinaloa, con un mate en una mano y su corazón en la otra, Diego Armando Maradona se abre en una entrevista a solas con Infobae y se muestra tal cual es.
El Diez responde cada pregunta con la calma y experiencia que muestran sus 57 años, siempre mirando a los ojos y soltando alguna sonrisa. Dejando de lado ese Maradona mediático y mostrándose auténtico.
—Estuviste en el Mundial de Rusia. Allá se dijeron un montón de cosas sobre vos, hasta que te habías muerto. La verdad que se te ve bien, ¿le podés contar a la gente cómo estás hoy?
—[Se ríe] Estoy muy bien. Estoy pasando el mejor momento de mi vida seguramente, sacando que no están mis dos viejitos, pero la estamos remando con mis hermanas. Yo la remo con Rocío. Me encantaría poder ver a Dieguito Fernando (su hijo con Verónica Ojeda) y a Benjamín (su nieto, hijo de Yanina y Sergio Agüero). Pero cuando hay estos entuertos que se tornan en juicios me parece que ya no se puede pedir más nada. Yo ya no pido más nada. Si mañana me muero y no lo veo a Benjamín, me va a doler el corazón. Lo mismo ocurre con Dieguito Fernando, Diego, Dalma, Gianinna y Jana. Estoy muy firme, muy acorazado. No me entran las balas, para nada.
—Supongamos que baja el Barba y te dice "Diego, vamos a dar un paseo" y te lleva al 30 de octubre de 1960, cuando estás por nacer. En ese momento te pregunta "¿volverías a ser Maradona? ¿Volverías a recorrer el mismo camino?".
—Le diría 'por favor Barba, no me saques nada, pero nada, de todo lo malo que hice ni nada de lo bueno que hice. Por favor dejame ser quien soy'.
Si volviera a nacer le pediría a Dios que no me saque nada de todo lo malo ni todo lo bueno que hice. Le diría ‘por favor dejame ser quien soy’
—¿Creés en Dios?
—Sí, sí creo. Y eso que lo puteé, eh. Cuando se llevó a mi viejita y a mi viejito lo recontra puteé. Hoy le pido perdón y valoro todo lo que está en la Tierra al lado mío, con amor. Mis dos viejitos están descansando bien, en paz.
—En el último partido de Dorados se difundió una imagen tuya rezando porque no entraba ninguna pelota. Se comenzó a viralizar un meme que era Maradona rezándole a Maradona. ¿Cómo te llevás con esta comparación que te hacen con Dios?
—[Se ríe] Primero que Dios hay uno solo. Él tiene hijos y quiere más a unos que a otros. Yo soy a uno de los que más quiere y por eso me da tantas alegrías.
La charla va llegando a su fin. Sin embargo, aún resta una pregunta, esa que quizás no hace nadie porque la primera respuesta es más que obvia: quién no sabe quién es Maradona. Pero que al realizársela a aquella persona, al portador de uno de los nombres más conocidos alrededor del planeta, abre un análisis mucho más profundo.
—¿Quién es Diego Armando Maradona?
—Es un hombre, porque ya los que me dicen 'Dieguito'… los huevos me tocan las rodillas, tengo 57 años… Diego Armando Maradona es un hombre que no cagó a nadie. Al contrario, si puedo ayudar, ayudo. Tampoco voy a andar por los colectivos preguntándole a la gente qué necesita. Pero el tema es que yo hace 30 años me peleé con la FIFA y se me amontonaron un montón de jugadores. Cuando me dio el doping en Italia (NdR: en 1991, mientras jugaba para el Napoli, fue suspendido 15 meses por doping positivo en cocaína) me quedé solo pero seguí peleando contra la FIFA. Pero cuando quisieron volver los demás, les dije que no. Yo peleé solo y la gané solo, no te vengas a dar la vuelta olímpica conmigo.
Diego Armando Maradona es un hombre que no cagó a nadie.
—¿Cómo te gustaría que te recuerden?
—Como el mejor 10 del fútbol argentino, que ya es mucho decir.
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