Santiago Lange es un referente del espíritu olímpico. El experimentado deportista conmovió al país con el oro que logró junto a Cecilia Carranza en Río de Janeiro y entusiasma con una nueva cosecha en Tokio 2020, donde ya tiene asegurado un lugar.
"Fue un gran año para nosotros. Lograr el tercer puesto en el campeonato del mundo fue una gran satisfacción. Si bien creo que se nos escapó por muy poco y pudimos ser campeones, las modificaciones del barco sirvieron para demostrar que seguimos siendo competitivos. Por suerte se cumplió el objetivo", le dijo a Infobae desde Barcelona, donde se instaló antes de volver a la Argentina para ser parte de los Juegos Olímpicos de la Juventud.
La clasificación para el evento asiático representa un nuevo desafío para Lange. Será la séptima vez que integrará la delegación albiceleste y llegará a la competencia con 58 años. "En realidad creo que me agarra con 59, las cuentas háganlas ustedes", deslizó entre risas, dejando en claro que ello no le genera ningún temor. "No es algo que me preocupe. Soy consciente de que tengo que reinventarme, porque hay cosas que vengo haciendo igual desde siempre, como la preparación física. Entiendo que me tengo que cuidar un poco más y trabajar de otra forma para no sufrir tanto desgaste, pero me cuesta un montón", explicó el histórico regatista y agregó: "Lo mismo pasa con la planificación, porque a mí me gusta llegar pensando que estamos atrasados para sentir la presión, pero ahora vamos a llegar bien a Tokio".
La medalla de oro obtenida en Brasil en Nacra 17 dejó la vara alta de cara a la cita asiática. Las exigencias del público se relacionarán con la expectativa de conseguir un nuevo podio. Sin embargo, para Lange "es el objetivo principal". "Si salimos terceros en el Mundial, por qué no vamos a poder repetir el oro de Río. Estamos trabajando para eso y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para lograrlo", afirmó.
A horas de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de la Juventud, el experimentado deportista será uno de los protagonistas principales en el Obelisco, donde se encenderá el pebetero para que el fuego sagrado ilumine a los atletas.
La Antorcha llegará al tradicional monumento porteño luego de haber recorrido más de 20 mil kilómetros por el país. Será el momento más emotivo en la vida de Lange, quien trasladará la llama los últimos metros del extenso recorrido que promovió los valores olímpicos durante el último mes. Será la apertura oficial de la tercera edición que contará con casi 4.000 deportistas de 206 países. A ellos, la leyenda nacional les envió un mensaje: "Tienen que disfrutar desde el primer momento, porque es un privilegio participar de un Juego Olímpico. Lo importante es que expresen la preparación que tuvieron durante tanto tiempo en la competencia, sin sufrir ningún tipo de presión. Para mí son un orgullo y sé que van a representar con respeto y responsabilidad a nuestra bandera".
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