La puerta del ascensor que da al lobby del Hotel Lucerna se abre y aparece con una sonrisa. Luce un bronceado que delata sus 20 días en el norte de México y lleva puesta la ropa de entrenamiento de Dorados de Sinaloa, cuando faltan aún siete horas para la práctica. La pintura parece lógica por aquello que José Antonio Núñez, presidente de la institución, le había dicho a Infobae días atrás: "Se los ve concentrados, vinieron a chambear". Aquí, en México, chambear significa trabajar y eso es lo que Diego Maradona y Luis Islas hacen sin parar desde su llegada a Culiacán.
El ex arquero decidió acompañar a su amigo en esta nueva aventura al frente del Gran Pez, que milita en la Segunda División del fútbol azteca. Sin embargo, esta no es la primera experiencia que los reúne ya que su relación como entrenadores tiene ya larga data.
"Con Diego tengo una relación desde hace muchísimo tiempo, desde que éramos jugadores en la selección argentina. Le tengo un gran cariño y siempre lo respeté muchísimo. Luego, cuando empezamos a ser entrenadores, siempre estuvo la idea de trabajar juntos pero en muchos casos no coincidíamos con los tiempos. Cuando dejé de dirigir a Deportivo Español (NdR: fines del 2016), él me llamó para ofrecerme la posibilidad de acompañarlo a Emiratos Árabes Unidos. Le dije que sí, obvio. No lo dudé un instante", le comentó Islas a Infobae sobre sus inicios como ayudante de campo del Diez.
El ex jugador, de 52 años, admitió que no tuvo problemas para congeniar con Maradona y que rápidamente encontraron el ritmo de trabajo para comandar a los equipos. "La mirada que tenemos con Diego como entrenadores es similar. Lo primero que intentamos darle es una identidad futbolística a nuestros equipos. Analizamos el plantel que tenemos, es fundamental ver las características de los jugadores. Y a partir de ahí comenzar a desarrollar una idea. Por norma, si vos ves los equipos que estamos dirigiendo, tratamos de presionar en campo rival, en zona alta; que sean equipos intensos en cuanto a la recuperación. Tanto de local como de visitante jugamos con la misma metodología. Acá con 20 días de trabajo se ganaron dos partidos de local. Me parece que habla por sí solo que el trabajo está y que tenemos las cosas claras", explicó.
El teléfono de Luis suena, mira quién lo llama, atiende. Es el preparador físico de Dorados, quien quiere charlar sobre algunas cuestiones de la planificación de la semana. "Perdón, pero el trabajo es todo", dice. Termina de conversar, cuelga y vuelve a la entrevista.
"Dirigir al lado de Diego es un placer enorme pero también una responsabilidad muy grande. Lo que él genera no lo hace nadie en el mundo. Lo que sucede es que yo amo y respeto muchísimo el fútbol, como jugador y como técnico. Entonces no me cuesta estar permanentemente trabajando en lo físico, en lo técnico, en lo táctico, en dar una idea. Es mi vida, es mi pasión. No me complica en lo absoluto", confesó quien asumió con orgullo la tarea de escoltar a Pelusa en cada paso.
Islas admite que iba a estar junto a Diego al frente del Dynamo Brest de Bielorrusia pero hoy destaca que México haya sido el destino. "Ya tenía armada la valija cuando se confirmó lo de Bielorrusia. Después nos reíamos porque de un día para el otro salió lo de Dorados y, a las apuradas, tuve que sacar la ropa para el frío y poner la de calor. México es un país que amo, es mi segunda casa. Tengo una hija que nació acá, estuve en Toluca, jugué y dirigí en León. Fue una satisfacción enorme", contó entre risas.
La dupla Maradona-Islas no quiso librar nada al azar, es por eso que el propio Luis vio hasta el último detalle de los seis partidos que había disputado Dorados hasta antes de que asumieran, cuando todavía estaba en Buenos Aires. "Cuando llegamos a Sinaloa vimos otros diez videos de Dorados con Diego. Eso es lo que a veces el periodismo o la gente no se da cuenta, que está bien igual, pero vivimos para que esto funcione. Gracias a Dios no nos está yendo mal", deslizó.
Si bien aún pasaron un par de semanas desde su llegada y son conscientes de que tomaron las riendas de un plantel con la temporada ya empezada, Islas se animó a plantear algunos objetivos: "Agarramos un equipo que iba último, es una realidad. No había ganado nunca. Entonces estamos tratando de acomodarlo en la tabla y ya lo pusimos noveno, a un paso de la liguilla del ascenso. El objetivo nuestro y el de los dirigentes es llegar lo más arriba posible. Hay que armar una muy buena pretemporada, ver si se puede reforzar en algunos sectores y apuntar al torneo que viene, a ascender de manera directa".
Aunque ya sabe lo que es dirigir por cuenta propia, Islas disfruta de este tiempo al lado del astro. "Ojalá podamos dirigir 30 años más con Diego. Es un placer, nos llevamos muy bien, armamos lo que creemos que es lo mejor. Ojalá que sigamos hasta el resto de nuestras vidas", concluyó.
El presente de la Selección y quién debe ocupar el arco albiceleste:
Con dos Mundiales disputados sobre sus hombros, un campeonato del mundo (1986) y una Copa América (1993), Islas es una palabra más que calificada para hablar acerca del seleccionado argentino.
"No me gusta nada lo de la Selección, no por los jugadores, hay cosas que se saben que se hacen mal. Argentina pasó por el Mundial como si nada. No podés quitarle así la ilusión al hincha de fútbol. Vos podés ganar o perder pero pasar por un Mundial de esta forma me da mucha tristeza. Era previsible. Si vos ves a la Selección como hincha decís 'vamos' porque querés que gane. Ahora si la ves como técnico decís 'esto es cualquier cosa'", criticó.
Islas se mostró disconforme con la designación de Lionel Scaloni para estar al frente de manera interina en la Selección. "Hoy veo un entrenador que no sé si era el tercer ayudante. No tengo nada contra Scaloni, me parece buen pibe, pero hoy es el entrenador de la Selección y la verdad que no me cierra. El técnico se fue, el ayudante de campo se fue y ahora queda él. Después no nos asombremos de que las cosas funcionen mal", sintetizó.
Además, como un referente en el puesto, dio su parecer acerca de quién debe custodiar el arco del equipo albiceleste. "A nivel futbolístico yo creo que tanto Chiquito (Romero), como Willy (Caballero) y Franco (Armani) son muy buenos arqueros, no tengo duda de eso. Para quedarme con uno tendría que estar en el día a día con ellos, pero me parece que tanto Romero como Armani están parejos, entre esos sale el titular", afirmó.
Sin embargo, Islas admitió su debilidad por uno de los guardametas albicelestes y que hasta se lo traería a Dorados, aún sobre los de otras nacionalidades. "De todos los arqueros del mundo, por el nivel parejo que tiene y por lo que veo, yo me traigo a Armani. A ver, Courtois es un buen arquero, lo traería también pero están los dos ahí, pero me quedo con Armani porque es argentino", aseguró.
Seguí leyendo: