Los fanáticos de Boca que concurren habitualmente a las bandejas Sur de la Bombonera habrán visto o escuchado a "La Tía", repartidora de chupetines, o "El Cordobés", que se pasea con una bandera de palo y deleita a propios y extraños con caramelos. Pero en épocas de redes sociales y viralización de fotos y videos, un joven de 20 años acaparó la atención en los últimos partidos.
Yannick Iván Aizenberg, el Caramelero Bostero Oficial (así se describe en su cuenta de Twitter @chuno_aizenberg), tomó repentina popularidad después de adquirir una costumbre en la segunda bandeja sur de la Bombonera: comparte golosinas con sus amigos y el resto de los hinchas.
Chuno le cuenta a Infobae que es de Boca desde la cuna por el fanatismo que transmitieron sus padres, aunque recién en 2014 pudo hacerse socio y empezar a ir a la cancha con ex compañeros de colegio. Vio partidos en diferentes sectores, hasta que se inclinaron por la tribuna media Sur, situada enfrente de La 12. "Es una locura", dice.
¿Cómo comenzó esta iniciativa? "Yo veía que en los entretiempos la gente comía muchos caramelos y golosinas para sacarse la ansiedad o comer algo hasta el segundo tiempo. Ahí empecé a llevar para mis amigos y yo. Fuéramos cuatro, cinco o seis, yo llevaba para todos", relata.
Este año, el simpatizante xeneize que se sube a uno de los paravalanchas cuando sale el equipo a la cancha, llevó demasiados caramelos a un partido y compartió con gente que no conocía y estaba alrededor. Mantuvo el número de provisiones y con Alianza Lima (en la fase de grupos de la Copa) se llevó la primera ovación después de subirse a los caños de la tribuna y repartir los dulces hacia otros sectores. Lo grabaron y las imágenes se viralizaron.
Nerina, su mamá, se sintió orgullosa cuando se enteró en Twitter de lo que hacía su hijo y hasta se identificó como "La Madre del Caramelero de Boca". Y a ella también hay que darle crédito en esta historia, ya que desinteresadamente abastece a Yannick con la mercadería antes de cada encuentro.
El joven boquense busca trabajo y sueña con trabajar algún día junto al plantel profesional. Tiene planeado empezar la carrera de Psicología aplicada al deporte el año próximo, una vez que reciba el título secundario (debe una materia) y en un futuro se imagina al lado de los jugadores.
Por lo pronto, Yannick les hace dos promesas a los hinchas de Boca que alientan desde la segunda bandeja Sur: si el equipo de Guillermo Barros Schelotto gana el Superclásico el domingo, sorteará una bolsa de caramelos; y si levanta la Copa Libertadores, redoblará la apuesta y habrá alfajores para todos.
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