Cuando se dice que la vida del futbolista no es sencilla, muchos descreen de estas palabras. Pero hay casos y casos. Muchos cambiarán de parecer al leer todas las peripecias y desventuras que tuvo que sortear el argentino Martín Mantovani para cumplir su sueño.
A los 5 años, en Mar del Plata, comenzó su romance con la pelota. Tras iniciar su camino en el Banfield de la ciudad costera, a los 14 años pasó a Kimberley, para a los 19 recalar en Cadetes de San Martín, donde conoció a una persona que le brindó una oportunidad única para desembarcar en Europa y poder dar el primer paso.
Se trata de Juan Esnáider. El ex delantero de Atlético Madrid, Juventus y River, entre otros equipos, tenía un acuerdo con el Colchonero para llevar jugadores a probarse. Tras una serie de exámenes, obtuvo el visto bueno de los dirigentes para quedarse, pero bajo la condición de conseguir el pasaporte comunitario.
La odisea para conseguir los papeles:
El 29 de enero, a dos días para el cierre del libro de pases, le avisan que debía viajar a Italia para culminar con el trámite. En la tierra de sus antepasados fue donde se produjo el primer capítulo de sus odiseas.
"Yo estaba en Bologna y tenía que viajar a España a la mañana. Cuando tomo el colectivo para ir al aeropuerto, a las 12 de la noche, el chofer frena y me dice que paraba ahí, que había un paro", inició su relato. Él ya había abandonado el hotel y no tenía dinero como para alquilar una nueva habitación para "hacer tiempo" hasta las 6 de la mañana, cuando un nuevo micro saliese del lugar.
Mantovani no tuvo mejor idea que caminar hasta encontrar un lugar para poder quedarse. "Encontré una estación de tren que tenía luz y decidí tirarme a dormir, pero luego comencé a escuchar ruidos, gente que discutía. ¡Donde me quedé dormido iban los indigentes! Había gente borracha, me encontré en el medio de una situación extraña", le confesó a Infobae.
"Agarré el bolso e intenté pasar el rato. Con un cartón me tapé y me hice uno más de ellos. Fue un momento complicado, feo. Una experiencia diferente", agregó.
Luego del ultimátum que le había lanzado su familia ("Si no encontrás un equipo vas a tener que empezar a trabajar y estudiar"), Martín inició su carrera en el Atlético Madrid C.
Luego de algunos torneos logró ser promovido al B, donde coincidió con figuras internacionales de la talla de Koke (actual capitán e ídolo del Atlético Madrid) y David De Gea (hoy en Manchester United). Sin embargo, él nunca pudo seguir los pasos de sus compañeros, y tras cuatro años y finalizar su contrato, decidió probar suerte en el Cultural y Deportivo Leonesa, de la Segunda B de España.
Su efímero paso por Rumania, una verdadera pesadilla:
Antes de continuar en el ascenso español, le surgió una buena oportunidad para desembarcar en la Primera División de Rumanía, mas precisamente en el Tirgu Mures. "Era una buena posibilidad para mí, era un salto. Tras dos semanas a prueba me hacen un contrato", explicó el defensor.
Todo parecía ser felicidad para Mantovani, pero luego del primer partido (él no lo pudo disputar debido a que su transfer aún no había llegado) la historia dio un drástico giro. El equipo perdió 1 a 0 y al día siguiente se produjo una dura charla entre futbolistas, el cuerpo técnico y los dirigentes.
"Nos dijeron a los tres españoles que vinieron conmigo y a mí que nos tenían que dar de baja, que nos iban a pagar", comentó.
Pero todo empeoró tras la negativa por rescindir, salvo un resarcimiento económico de por medio. "Nos encerraron en una habitación con el director deportivo y un matón. Nos empezaron a amenazar. Fue un momento complicado, nos dijeron de todo", agregó.
Ante las presiones y el temor que flotaba en el ambiente, el joven argentino decidió rescindir el vínculo para que la situación no pase a mayores. "Desde que firmé hasta que me fui pasaron 36 horas de agobio, de pánico. Fue complicado, teniendo miedo de no tener el pasaporte, que me roben en el hotel o camino al aeropuerto", reconoció con dolor.
Llegar al fútbol francés, una verdadera estafa:
Con aún un año más de contrato en Real Oviedo, y luego de pasar por Leonesa y Atlético Baleares, nuevamente el destino hace ilusionar a Martín con la posibilidad de llegar a Primera. En esta oportunidad en la Ligue 1 de Francia, para defender los colores del Nantes.
"Se me acercó un argentino y me dijo que tenía una oferta. Pidió una una reunión con los dirigentes y acordó que en julio se haga la transferencia. Iba a ganar 6 veces más de lo que ganaba y jugar en Primera, era un paso importantísimo. Era increíble", explicó.
Llegó el día tan esperado, y una nueva inesperada desazón llegó a la vida de película de Mantovani. "Lo empecé a llamar y no respondía, y a los dirigentes le pasaba lo mismo. Envié a mi esposa a su casa y descubrió que estaba desvalijada, se habían robado todo", contó sorprendido. El supuesto representante se había fugado, y la que decía ser su vivienda en realidad era alquilada.
"Encontraron documentación falsificada, sellos de clubes apócrifos. Era todo mentira. Todo lo que pasó era irreal, mantuvo la mentira hasta último momento. Durante esa semana bajé 7 kilos, por todo lo que pasó".
Con el correr de los días salieron a la luz más detalles de esta farsa. "Desapareció del mapa, era una película de ciencia ficción, o de terro. Me enteré que no se llamaba así, y que el DNI que usaba no era el suyo, no figuraba en ningún lado para el estado español, era un fantasma", agregó.
"Encima el club me señaló como culpable y la gente se la agarró conmigo. Me acusaron de pesetero y de ladrón. A mi me mataron y me tuve que ir. Fue un momento malo, horrible", concluyó.
Leganés, su lugar en el mundo y donde finalmente pudo cumplir su sueño:
Luego de tantas complicaciones, en este humilde club a las afueras de Madrid fue donde encontró un refugio y llegó a "tocar el cielo con las manos". En la primer temporada pasó de Segunda B a Segunda. Luego de mantener la categoría, al siguiente año logró el histórico ascenso a Primera.
A los 32 años cumplió el sueño de toda su vida. "El primer año fue todo ilusión. Jugamos con el Atlético y me saqué una foto con Koke, cuando pensé que no iba a jugar nunca contra él. Enfrentar a Messi y que me salude, a Cristiano Ronaldo… O ir a la cancha del Sevilla, del Valencia. Fue algo increíble, como ponerle la frutilla al postre", relató.
"Con Messi, antes del primer partido, me lo crucé en el vestuario. Me saludó como si me conociera de toda la vida y me dijo que se enteró que no jugaba, y se lamentó. Estaba al tanto de todo, me sorprendió mucho. Yo pensaba que ni sabía quién era, y todo lo contrario", comentó con alegría un recuerdo que se guardará para siempre.
Las Palmas, un nuevo desafío:
Luego de cinco años y quedar en la historia grande de la institución (llegó a portar la cinta de capitán), el nacido el 7 de julio de 1984 optó por cambiar de aire y buscar el ascenso con Las Palmas, entidad que viene de jugar en La Liga.
"El plantel se formó para subir, la prioridad se nota. Se hizo un equipo para lo que se pide. Aquí hay una masa mucho más importante de la que había en Leganés. Es un reto diferente, ojalá termine bien", cerró.
Martín Mantovani, a los 34 años, se encuentra nuevamente batallando en el ascenso español, pero en su currículum (con varios hechos increíbles en el medio) nadie le quitará el haber llegado a lo máximo y marcar a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, dos de los mejores futbolistas de la historia.
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