Juan Martín del Potro es querido y apreciado por cientos de miles de fanáticos en cualquier rincón del mundo. Sin embargo, hay un lugar que alza su bandera más alta que ninguno y que hace alarde de ser su tierra: la ciudad de Tandil.
El tenista de 29 años es nacido, criado y formado deportivamente en la urbe serrana. Tandil le debe a Delpo lo que él le debe a su pueblo, es por eso que la conexión de la Torre con su lugar en el mundo es correlativa. Todo tandilense lo sabe.
Más allá del mérito conseguido con la raqueta y su posicionamiento en el mapa, que hace que cualquier habitante del planeta relacione la ciudad con el número cuatro del mundo (bajó un puesto tras perder la final del US Open con Djokovic), Del Potro tiene una faceta poco conocida de la que no le gusta alardear, pero que lo enaltece aún más en su ciudad.
"Todos sabemos acá que Del Potro les da de comer a los chicos pobres de Tandil. No sé si tiene algún comedor o por medio de una fundación pero no lo hace público, no quiere figurar", anuncia Jorge, de 57 años, taxista y habitante de Tandil, en diálogo con Infobae al pasar.
La comunidad pone en un pedestal el nombre del tenista no solo por sus buenos servicios o sus potentes drives de derecha, sino también por lo comprometido que siempre se mostró con su ciudad.
Infobae indagó acerca de los rumores y llegó a una fuente confiable que confirmó aquella leyenda urbana que suena por las calles de Tandil. "Tiene muchas cosas con el tema social acá, pero prefiere mantenerlo en reserva. Ayuda mucho al Hospital de Niños, ayuda mucho a los Bomberos, trabaja activamente en la comunidad. No lo hace público por una decisión de él. En ese sentido está muy presente en la comunidad tandilense, les da una mano a muchas instituciones con chicos con discapacidad, ha hecho bastantes cosas con ellos. Normalmente cuando hace actividades lo hace a beneficio", remarcó Marcelo "Negro" Gómez, quien formó y entrenó a la Torre desde los 6 hasta los 18 años.
A pesar de su continuo trabajo social en beneficio de los que menos tienen en su ciudad a lo largo de su carrera, Delpo seguía sintiéndose en falta. Quería darle un mimo más a su gente. Fue así como en diciembre de 2017 llevó a cabo un entrenamiento abierto para su colectividad.
La historia cuenta que Juan Martín se refugió en sus pagos luego de las tres operaciones sufridas en su muñeca izquierda (la última en 2015, que lo marginó once meses del circuito ATP). Allí llevó a su grupo de trabajo para poner en marcha lo que fue su recuperación y vuelta a las canchas.
"Desde los 18 años que no jugaba en Tandil. Volvía a su ciudad pero solo para descansar. Fue así que comenzó a entrenarse en Posta Natural", expresó Daniel Rego, uno de los dueños del apart hotel que posee algunas de las pocas canchas de cemento que tiene la ciudad.
"En cada entrevista que le hacían una vez recuperado, el decía 'se lo debo a mi ciudad y a la gente de Tandil'. Siempre tuvo la idea de hacer una demostración o un partido abierto para que la gente lo pueda ver. Fue así como en diciembre del año pasado se instaló con todo su equipo en el hotel. A la vez, su padre, Daniel, empezó a preparar esto que él quería y aprovechar para hacer un trabajo social. Nunca había hecho una exhibición como la que terminó haciendo", detalla Daniel sobre el regalo del tenista para sus coterráneos.
El sábado 9 de diciembre de 2017, el ganador de 22 títulos ATP ofreció una práctica a puertas abiertas a su gente. "La entrada era un alimento no perecedero para el banco de alimentos de Tandil. Así fue como se juntaron muchísimas personas. No podíamos creer la cola que había para entrar, fue maravilloso. La gente estaba super emocionada y fue un show único. Ahí la gente de Tandil pudo demostrarle todo el cariño que le tiene. Juan Martín se apoya y trabaja en su comunidad, siempre está pensando cosas para su ciudad. La ciudad está comprometida también con sus referentes, no vas a encontrar a nadie en Tandil que hable mal de él, al contrario, verlo triunfar en el mundo es un orgullo total para la ciudad.", añade.
Del Potro es ídolo de muchos, pero aquella palabra queda corta en su ciudad. "Nadie es profeta en su tierra", expresa equivocadamente La Biblia, ya que sus hazañas dentro de una cancha de tenis lo volvieron héroe entre los suyos pero fueron sus acciones fuera de ella las que hicieron que 'Juan Martín Del Potro' sea palabra sagrada en Tandil.
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