Once Caldas puso fin a una era gloriosa de Boca bajo el mando de Carlos Bianchi, quien tuvo dos etapas extraordinarias. El final de su dinastía llegó tras la derrota por penales ante el conjunto colombiano en la final de la Copa Libertadores 2004.
Aquel 1º de julio en el estadio Palogrande de Manizales, el "Virrey" no subió a recibir la medalla de subcampeón y dicha actitud fue muy cuestionada. "No sabía que el segundo recibía medalla. Como es la primera vez que perdemos…", fue su insólita justificación. Carlos Bianchi había ganado todas las finales de Copa Libertadores que había disputado como DT: tres con Boca (2000, 2001 y 2003) y una con Vélez Sarsfield (1994).
14 años después, un gesto desconocido del "Virrey" salió a la luz. Luis Fernando Montoya, el entonces entrenador del Once Caldas, reveló una actitud de Carlos Bianchi tiempo después del desplante que le valió todas las críticas.
"Él tuvo un gesto muy bonito. Un día que vino a Colombia, fue a la casa quinta donde yo vivía y me dijo que me pedía disculpas por no haber recibido las medallas de subcampeón. Yo le dije "tranquilo, eso era muy normal a todo aquel que dirigía o jugaba le dolía perder y al que le duela perder, ese es un deportista que se entrega por su camiseta". También me dijo si le permitiría una foto con él y yo le dije con mucho gusto. La relaciones con él siempre fueron muy buenas", contó el DT colombiano, quien acaba de ser noticia por su dura historia de vida y superación.
Es que al volver de la disputa de la Copa Intercontinental, recibió dos balazos por defender a su esposa de un asalto y quedó postrado en silla de ruedas. Esta semana pudo volver a ponerse de pie por sus propios medios.
Le único que le pido a Dios es que me deje mover mis brazos para poder volver a abrazar a mi hijo, que la última vez que lo hice tenía 2 años
"Lo único que quisiera es pedirle a Dios, que me deje mover mis brazos para poder volver a abrazar a mi hijo, que la última vez que lo hice tenía 2 años", reconoció en diálogo con Súper Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad.
"Si fui capaz de ganar una Copa Libertadores, por qué no voy a ser capaz de seguir luchando por mi vida. Tengo una esposa y un hijo, que cuando me paso esto tenía 2 años y ahora 17 años. Me aferró en esta lucha porque quiero educar a mi hijo de la mejor manera", cerró en una entrevista muy emotiva.
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