Tras una batalla que se extendió por tres horas y 31 minutos, Juan Martín del Potro derrotó en cuatro sets al estadounidense John Isner y avanzó a las semifinales del US Open, igualando su actuación de 2017 en el Grand Slam que supo ganar en 2009.
Una vez finalizado el encuentro, que tuvo al calor como protagonista estelar, la Torre de Tandil, de 29 años, expresó sus sensaciones por el importante paso que dio en Estados Unidos. "Estoy muy feliz de llegar a semifinales en mi torneo favorito, es un lugar especial para mí, fue un partido épico, terminamos muy cansados al final, lo salvé porque saqué muy bien en los momentos importantes del partido", comentó.
"Las condiciones climáticas eran terribles. Los 10 minutos que estuvimos en el vestuario te terminan de cansar, porque te cuesta volver a sentirte con energía, terminé ganando un partido muy duro", describió el número 3 del ranking ATP.
En un palco, como sucedió a lo largo del torneo, lo alentaron hasta la disfonía un grupo de 14 amigos que se trasladaron desde Tandil para acompañarlo en el US Open. Se conocen con Delpo desde los 5 años y ya habían llamado la atención de la transmisión en la victoria ante Borna Coric, por los octavos de final.
Manuel Mallo, José Osa y Gonzalo Fernández fueron algunos de los que estuvieron allí, todos oriundos de la ciudad de Tandil y que forjaron su relación con Juan Martín durante el paso de todos por el Colegio San José de esa ciudad argentina.
Los "revoltosos", como los bautizó Delpo, celebrarán con fervor un nuevo hito de Delpo. Sin embargo, el tenista apelará a resguardarse antes de las semifinales. "No voy a estar con ellos porque es peligroso para mí -bromeó- Me voy a mantener en el hotel, prefiero que ellos hagan sus paseos, ya tendremos la oportunidad de estar juntos. Hicieron un esfuerzo muy grande para estar acá", cerró.
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