La Supercopa es de esas competiciones que ya no se juegan, pero mantienen su prestigio. El hecho de tener que ganar la Copa Libertadores para poder competir en el torneo fomentaba el deseo de conquistar el continente.
En los octavos de final el Rojo dejó en el camino al Santos de Brasil luego de dos empates (1-1 y 2-2). En la etapa siguiente el rival fue Atlético Nacional y el equipo de Avellaneda logró la clasificación por la diferencia de gol (0-1 y 2-0).
En la instancia de los cuatro mejores se vivió un duelo épico ante River y la diferencia también fue escasa (2-2 y 0-0), mientras que en la final la consagración se selló contra el Flamengo. Con un 1-0 adverso y una victoria por 2 a 0 Independiente se quedó con el trofeo. Si bien el Rojo ganó al año siguiente la Recopa Sudamericana, el Rey de Copas tuvo que esperar hasta el 2010 para volver a ganar del otro lado de las fronteras
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