La fría tarde porteña se cargó de expectativa por la reunión que se estableció en la calle Viamonte con los principales dirigentes del fútbol argentino. Mientras en la cocina de la AFA se armaba el "nuevo proyecto" que tendrá la Selección, en las afueras del edificio algunos hinchas improvisados dejaban su opinión sobre quién debería ser el reemplazante de Jorge Sampaoli.
"Tiene que agarrar Caruso", dijo un fanático abrigado con la campera de la AFA. "Acá tiene que venir un tipo como Ferguson", esbozó otro, mientras una señora le exigía a la prensa que le hagan una entrevista porque "desde el martes" se encuentra sin luz en su hogar. La extensa jornada mostraba condimentos inesperados a pesar de la baja temperatura.
Nicolás Russo, presidente de Lanús, fue el primero en retirarse. "Hoy no hablo", dijo el dirigente con un tono que permitió reconocer su fastidio. Lo más probable es que su candidato, Jorge Almirón, haya sido descartado para que asuma el cargo de la dirección técnica.
Víctor Blanco, máximo responsable de Racing, continuó con la misma sintonía basada en el hermetismo. "Ahora baja el Tano y habla", esbozó con una sonrisa en referencia a Daniel Angelici; pero lo que no tuvo en cuenta el directivo académico es que el presidente de Boca también optó por el silencio: "No puedo hablar todos los días".
Uno de los pocos que se animó a enfrentar los micrófonos fue Gabriel Pellegrino, mandatario de Gimnasia de La Plata. "No hay ningún tiempo establecido para elegir al próximo técnico de la Selección. No tenemos ningún apuro y nadie habló de candidatos", explicó el tripero.
Fue Claudio Chiqui Tapia quien despejó las dudas con una sinceridad que acarició el sincericidio. Si bien el presidente de la AFA destacó que "es necesario un proyecto a 10 años, en donde los clubes tengan la obligación de ceder a sus jugadores en todas las divisiones de las selecciones", sus palabras contribuyeron para fomentar la incertidumbre que se vive puertas adentro.
"Vamos a conformar una Comisión de Selecciones que elegirá al próximo entrenador. Tenemos la oportunidad de no apurarnos y tomarnos el tiempo suficiente para elegir al indicado. Por eso en los próximos compromisos de la fecha FIFA se harán cargo Scaloni y Aimar", destacó sin brindar ningún detalle sobre quiénes integrarán la mencionada Comisión.
"Tenemos que tener un Plan A, pero no se hablaron de nombres. Hay que priorizar un proyecto, porque el último que hubo en la Selección fue el de César Luis Menotti", continuó Tapia, ignorando los procesos que dejaron Carlos Bilardo, Alfio Basile, Marcelo Bielsa, José Pekerman ó Alejandro Sabella, entre otros.
A pesar del intento por mantener una postura coherente, las decisiones que surgieron de la reunión continuaron bajo la órbita de la improvisación. "Tienen que estar todos los factores para explicar cómo será el proyecto. Hoy estoy mencionando a Scaloni y Aimar para que dirijan las próximas tres fechas FIFA y no tuve la oportunidad de hablar con ellos. Sé que no está bien, pero creo que es necesario", ejemplificó el titular de la AFA con el agregado de una solicitud referente a la paciencia: "Nos vamos a tomar este semestre para elegir a la persona que conduzca a la Selección. Difícilmente logremos en el corto plazo un resultado positivo después de todo lo que vivimos. Quien quiera pensar que vamos a salir campeones en la próxima Copa América, le digo que va a ser muy difícil. Sobre todo por el recambio generacional que se tiene que hacer".
La hipótesis por el pedido de tiempo se ampara en la cláusula de salida que tiene Mauricio Pochettino en el Tottenham, ya que en junio de 2019 podría dejar su cargo en la Premier League. El ex defensor de Newell´s es el favorito de Chiqui, aunque él no lo admita.
Otra posibilidad se basa en el sueño de Guardiola (casi imposible) o el intento por el Cholo Simeone (debería tener el apoyo para concretar el recambio generacional). "Nunca hablamos de candidatos. Antes de tener a una persona tenés que tener un proyecto, y que estén las condiciones dadas para que haya un compromiso conjunto en la Selección", argumentó el dirigente, pero los nombres ideales no salen de esos tres. Como él mismo concluyó, "el objetivo es refundar a la Selección", y para no caer en errores del pasado, la apuesta estará en el tiempo que se tomará la Comisión para elegir al entrenador. Es decir que hasta 2019 continuarán las improvisaciones, el hermetismo, el silencio y las operaciones. Una fórmula que no despierta ninguna esperanza en un equipo lleva 25 años de sequía internacional.
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