Un arrepentido hace peligrar la organización del Mundial de 2022 en Qatar

Habría aportado documentación acerca de un plan de sabotaje a través de "operaciones" para desprestigiar a los competidores de Qatar. Se suma a las sospechas de "compra de votos" por parte de Mohamed bin Hammam, directivo suspendido de por vida

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En los últimos días, una investigación de The Sunday Times denunció supuestos sabotajes de Qatar a los otros países candidatos a organizar la Copa del Mundo de 2022. Se trató, según el medio británico, de "operaciones oscuras" y "fake news" para desprestigiar las candidaturas de Estados Unidos, Australia, Corea del Sur y Japón. Los documentos habrían sido filtrados por un "arrepentido" del equipo que impulsó el proyecto de Qatar y en los mismos se comprobaría la contratación de una firma de relaciones públicas de los Estados Unidos y ex agentes de la CIA en procura de desestabilizar el apoyo interno a los rivales.

Pero la bola de nieve no para de crecer. Damian Collins, integrante de la Cámara de los Lores de Inglaterra y presidente del Comité de Cultura, Medios y Deportes, solicitó una profunda investigación sobre las tácticas empleadas por Qatar. "Yo mismo conocí al informante y vi la evidencia presentada. Es un asunto serio y es necesario que haya una investigación adecuada e independiente. Si los qataríes han incumplido las normas, deberían enfrentar sanciones", declaró a The Sun.

La designación de Qatar 2022 está cada vez más cuestionada. Y, transcurrido el tiempo de Rusia 2018, la situación recrudece. La elección para esta Copa del Mundo, que por primera vez se trasladará en el tiempo por una cuestión climática (se disputará entre noviembre y diciembre), sufre sospechas de corrupción desde 2010, cuando se desarrolló la votación.

Qatar le ganó a los Estados Unidos por un par de votos la designación del Mundial 2022. El informe final sobre la votación y todo lo que la rodeó, elaborado por el el entonces Presidente del Tribunal de Etica de la FIFA, Michael Garcia (ex fiscal del estado de Nueva York) contiene 990 paginas. Y, en 2014, el Tribunal de Apelaciones de la entidad giró todas las actuaciones a la Justicia Suiza, porque encontró fuertes indicios de votos comprados por Qatar.

Es más: es enorme la sospecha de que Mohamed bin Hammam, ex presidente qatarí de la Confederación Asiática de Fútbol, les pagó a miembros de otras asociaciones (varias africanas quedaron bajo la lupa) para respaldar la candidatura de su país. Un año después de la elección de Qatar como sede del Mundial 2022, el Comité de Ética de la FIFA lo suspendió como directivo de por vida, acusado de intentar sobornar a los delegados de la Concacaf para que votaran por él en las elecciones a la presidencia de la entidad.

Según cuenta la leyenda, bin Hammam pretendía llevar sus favores al Congreso de la Concacaf, que se llevó a cabo en las confortables playas de Miami. Sin embargo, no pudo acceder a la visa para ingresar a territorio estadounidense, por una causa por "tráfico de armas". En consecuencia, Jack Warner, ex titular de la Confederación de centro y norteamérica organizó un "Congreso paralelo" en su hogar, Trinidad y Tobago.

Allí habría aparecido bin Hammam, con una valija con 4 millones de dólares a repartir y una lapicera de oro para cada uno de los participantes de la reunión, en pos de reunir voluntades. A raíz de dicha denuncia, el qatarí renunció a sus aspiraciones a la presidencia, horas antes de ser suspendido de su cargo.

¿Por qué Inglaterra es receptor de las denuncias o del acercamiento de los arrepentidos? Porque su parlamento les brinda "inmunidad y anonimato" a los denunciantes. Gran Bretaña, como cuna del fútbol, continúa teniendo un poder particular dentro de la estructura de la FIFA. La intención de los ingleses es organizar el Mundial de 2030, por el que también puja la candidatura conjunta de Argentina, Uruguay y Paraguay.

Claro que, ante las filtraciones oscuras y lo que todavía promete generar la información por aportar del "arrepentido", Inglaterra comenzó a presionar para exhibirse como una sede potable para organizar el Mundial de 2022, si el caso Qatar termina de explotar. "Inglaterra debería ser considerada como anfitriona de la Copa del Mundo 2022. Creo que no estaría mal, en estas circunstancias. Tenemos la capacidad", declaró David Triesman, ex titular de la Federación inglesa de Fútbol y presidente de la candidatura del país cuando pujó con Rusia para la cita de 2018.

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