Carlos Salvador Bilardo es una de esas personas que nunca baja los brazos. Tanto en el ámbito deportivo, como en el personal, el Doctor siempre superó las adversidades con sus métodos peculiares.
En el último tiempo, el ex técnico que llevó a la Argentina a dos finales mundialistas consecutivas (México en 1986 e Italia en 1990) atravesó momentos difíciles por el síndrome de Hakim-Adams.
En la mayoría de los casos, la enfermedad no presenta causas aparentes, pero los médicos aseguraron que podrían desencadenarla ciertas obstrucciones, traumatismos, meningitis u otras infecciones o hemorragias.
Una vez que se detecta la afección, el tratamiento consiste en la implantación de una válvula para derivar el líquido cefalorraquídeo desde el cerebro hacia el abdomen, donde es absorbido. El paciente puede mejorar ostensiblemente con el tratamiento específico y retomar sus actividades cotidianas.
"Ahora, Carlos tiene que tomar la medicación y, despacio, va salir. Puede caminar, pero lo que pasa es que estuvo casi 30 días en cama y, a su edad, las piernas se aflojaron un poco", dijo Jorge Bilardo, hermano del Doctor, quien brindó sus explicaciones en el programa radial la Oral Deportiva.
El ex técnico estuvo internado desde el jueves 31 de mayo por "un cuadro confusional transitorio" y durante su estancia en el Instituto Fleni, del barrio de Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, se realizó diversos estudios que demostraron una dilatación ventricular en su cerebro, sugestiva de síndrome de Hakim-Adams. Luego fue trasladado al Sanatorio Sagrada Familia, donde le dieron el alta médica.
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