Emblema de las Leonas. Una muralla en el arco. Luego del debut victorioso frente a España, Belén Succi comenzó su tercera incursión mundialista. Con su experiencia y madurez, la arquera fue parte de la reconstrucción y el recambio de un equipo que sueña con seguir escribiendo la historia grande de la Argentina. "Nos merecemos ser felices disfrutando de la Selección; nos merecemos disfrutar dentro y fuera de la cancha como grupo. No quiero ver más lágrimas, sino felicidad. Si las veo disfrutar a mis compañeras, ya está hecho mi trabajo", dijo desde la capital británica.
Belén Succi llegó a las Leonas con 21 años luego de completar su proceso Junior, con participación en el Mundial de Chile en 2005. En sus comienzos cuidó las espaldas de Paola Vukojicic, a quien sucedió en el arco tras su retiro luego de Beijing 2008. Justamente, aquellos Juegos Olímpicos le sirvieron para que complete su formación con el partido que atajó ante Nueva Zelanda. A partir del 2009 ganó protagonismo hasta llegar a ser una indiscutida bajo los tres palos.
Hoy, con 32 años, su presente la encuentra al frente de un conjunto en plena formación que debió afrontar un recambio tras el fracaso de Río 2016. "El año pasado logramos formar un gran equipo en la etapa final de la Liga Mundial en Nueva Zelanda para poder arrancar este año de la mejor manera. Lo de Brasil fue un golpe muy duro. Intentamos llevar a la Argentina lo más alto posible de acuerdo a las capacidades que teníamos en ese momento. Una vez que se terminó el Juego Olímpico había que reponerse de la mejor manera para tratar de no tomar todo lo negativo y saber que era una etapa y un proceso en el que las Leonas tenían que volver a resurgir y volver a empezar. Más allá de las dificultades, creo que son cosas que pasan dentro de un plantel y que hay que tratar de aceptar", analizó. "Después de Río vino la generación nueva. La motivación con la que llegaron las chicas y cómo se ensambló el Junior con el Mayor me dieron la fuerza necesaria para apostar a que las Leonas pueden llegar a lo más alto, a que hay un proceso que se está cumpliendo y respetando", subrayó.
Con relación al recambio generacional, la jugadora del CASI recalcó la igualdad que se logró consolidar dentro del equipo y cómo fue el trabajo de las más grandes: "Hoy en día lo que estamos tratando de hacer es generar una igualdad entre todas las camadas. Somos un equipo que intenta dar lo mejor por Argentina sin importar la edad. Si me preguntás la edad de alguna, no la registro porque para mí todas son iguales. Yo me paro atrás del arco y no me importan los apellidos, para mí todas son mis jugadoras; todas las que van a defenderme bajo los tres palos. Todas podemos cometer los mismos errores y todas hacer lo mejor; logramos esa igualdad de condiciones tanto adentro como afuera de la cancha".
Al igual que Noel Barrionuevo y Delfina Merino, Belén Succi protagoniza en Londres su tercera Copa del Mundo. "Un Mundial es algo que soñás desde que sos chica. Sueño con volver a sentir la sensación del 2010, volver a compactar un equipo. Más allá de lo que pase a futuro, logramos ensamblar a las Leonas; logramos transmitir los valores dentro y fuera de la cancha; logramos respetarnos y eso es importantísimo más allá de los resultados. Se trabajó y se hicieron las cosas bien. Son etapas y las tenemos que vivir. Es lo que nos toca hoy en día: las más grandes bancar el proceso y las más chicas empezar a vivir un proceso acá adentro", explicó.
Tras la victoria por 6 a 2 frente a España, la pregunta se presenta con obligación: ¿Un sueño para este Mundial? "Levantar la copa. Desde que volví, después de ser madre, pasé muchísimas cosas acá adentro y eso a la larga me fue desgastando. Sueño con ver una sonrisa en cada una de las chicas que pasaron por un montón de cosas. Nos merecemos ser felices disfrutando de la Selección; nos merecemos disfrutar dentro y fuera de la cancha como equipo. No quiero ver más lágrimas, sino felicidad y que disfruten; si las veo disfrutar a ellas, ya está hecho mi trabajo", concluyó.
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