Los amantes del pugilismo se quedaron con una deuda pendiente a nivel local durante la última década: el combate entre Lucas Matthysse y Marcos René Maidana en la órbita profesional. Las tres peleas oficiales a nivel amateur quedaron lejos en el tiempo, pero la historia de un enfrentamiento secreto se transformó en una de las grandes anécdotas que irrumpió a la superficie ante la presentación estelar contra Manny Pacquiao que tendrá el nacido en Trelew.
La "Máquina" y el "Chino" recorrieron sus inicios juntos. Compartieron su adolescencia en una pequeña habitación de la ciudad de Vera (Santa Fe) y viajaron en un camión jaula a los distintos pueblos cercanos para protagonizar peleas. Los nombres de Mayweather y Pacquiao estaban demasiado lejanos en sus destinos. Lentamente, se fueron destacando como los más brillantes de su generación. La época amateur los encontró juntos fuera y dentro del ring.
La última vez que pusieron en práctica la resistencia de sus puños en el mismo cuadrilátero fue unos pocos meses antes de que tengan su bautismo profesional en la disciplina durante junio del 2004. La Federación Argentina de Boxeo organizó un enfrentamiento no oficial para definir quién representaría al país en el preolímpico clasificatorio para Atenas 2004. Con apenas 21 y 20 años, eran los dos mejores de su peso (64 kg) entre la nueva camada. Sólo había un lugar.
"Estaba justo trabajando en la Federación y se había corrido la voz que iban a hacer una pelea a puertas cerradas para definir el último lugar en el preolímpico antes de Atenas. Lo mío fue casual. Me dijeron ¿querés ver la pelea? Sí. No te digo que se armó entre gallos y medianoche, pero fue bastante improvisada. No había mucho tiempo para formar el equipo que iba a competir". El relato irrumpe por intermedio de la voz del periodista Marcelo González, quien por entonces hacía algunos tareas en la FAB y a más de 14 años de aquel evento, se transformó en uno de los 30 testigos privilegiados de aquella tarde en el histórico estadio de Castro Barros 75.
El evento a puertas cerradas tuvo a un juez oficial a cargo del combate y a un grupo de 12 especialistas en la materia que analizaron al detalle –tarjeta en mano– los tres rounds de tres minutos que definieron el futuro de las promesas. El ganador iría a Río de Janeiro en Brasil.
González fue uno de los jurados por su conocimiento junto a otros periodistas y dirigentes. Entre jueces y auxiliares encargados de acondicionar el lugar sólo había alrededor de 30 personas. "Fue una pelea muy estudiada, muy pensada. Se respetaban muchísimo y se conocían mucho. Hubo un ganador por round y el último asalto hubo que verlo con una lupa", detalló ante Infobae.
"Fue una buena pelea, con dos estilos distintos. Fue una pelea limpia. Los dos cuidándose porque tenían la mano muy pesada. Más pesada el "Chino", pero por la justeza que tiene, Matthysse es distinto", precisa ante este medio Luis Romio, histórico dirigente de la FAB y actual presidente de la entidad que aquella tarde fue uno de los que dio su sentencia sobre el combate.
Para González el evento no fue tan apetecible como para Romio: "Fue una pelea ajedrecística. Estaba la tensión de observar bien en detalle. Podríamos decir que para el espectador común hubiese sido una pelea aburrida si no sabía que eran Matthysse y Maidana".
Cuando la campana marcó el final del tercer y último asalto, se abrazaron, caminaron rumbo a sus rincones y se marcharon del ring. No hubo gritos, festejos ni aplausos. Reinó un silencio de tensión por el momento que se vivía. La mesura del contexto estaba relacionada al decisivo momento que marcaría el punto final para el sueño de uno de los dos. No hubo anunciador, no se locutó el fallo. Un encargado recogió las 12 tarjetas diseminadas por diferentes puntos del estadio y se les comunicó el resultado a los púgiles en el vestuario.
Las multitudinarias tarjetas marcaron un ajustado triunfo bajo el categórico veredicto casi unánime: Marcos René Maidana. "Creo que en el detalle gano el "Chino" más por iniciativa", justifica González. "La frialdad de una pelea grande. El candado a un show único", titula la velada como merece toda gran pelea de jerarquía.
"Se vivió un poco con tristeza por el que quedó afuera", rememora Romio sobre el detrás de escena. "Me contó Lucas que estuvo llorando un buen tiempo porque tenía ganas de disputar un Juego Olímpico", agrega González. Al de Trelew le habían avisado poco tiempo antes de la pelea y debió viajar en apuros desde su ciudad hasta Buenos Aires en ómnibus para no desechar su oportunidad.
"Lo destacabale fue el marco de frialdad en el que se realizó el combate que terminó siendo histórico, un rareza", afirma el periodista que dio ganador a Maidana "por el canto de una uña".
Aquella fue la cuarta y última vez que los poderosos puños de los púgiles se cruzaron. Previamente habían realizado dos presentaciones en Caseros y una tercera en la FAB. "Tuve el privilegio de ver las cuatro. La primera la ganó bien el "Chino". La segunda dieron empate pero había ganado Lucas que hasta lo había tirado y todo. Las últimas dos fueron muy cerradas", resume el especialista.
Maidana viajó al preolímpico y tenía condiciones para obtener una medalla olímpica, pero no pudo sostener la ilusión luego de caer ante el norteamericano Rock Allen 29-19. El resto es historia conocida…
Marcos Maidana vs Lucas Matthysse antes de la pelea "secreta" en la FAB
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