Jorge Sampaoli, el director técnico de Argentina en el Mundial de Rusia, ingresó al complejo de Ezeiza pasadas las 10 de la mañana como… entrenador de la Selección sub 20. El oriundo de Casilda, de 58 años, vivió su primer día a cargo de la categoría juvenil, que disputará el tradicional torneo de L'alcudia entre el 28 de julio y el 8 de agosto. Y vivió una jornada agitada, entre reuniones, rearmado del cuerpo técnico y construcción de la lista de 22 convocados para la competencia.
Sampaoli tuvo más de un contacto con Claudio Tapia, presidente de la AFA, en el complejo de Ezeiza. Ayer habían mantenido una reunión (de la que también participó Daniel Angelici) en la que la dirigencia le informó al DT que en la AFA no deseaban su continuidad.
Allí, en el cónclave, el coach desarrolló su informe sobre lo sucedido en el Mundial y su plan a futuro. Con la onerosa rescisión en el medio como traba para romper el vínculo que vence en Qatar 2022, las negociaciones quedaron en stand by hasta la reunión de Comité Ejecutivo, prevista para fines de julio o principios de agosto.
Como Sebastián Beccacece, quien estaba a cargo del Sub 20, renunció, el propio Sampaoli se ofreció a comandar al equipo en el certamen que se disputa en el municipio de Valencia, de apenas 11.000 habitantes. Y los directivos aceptaron, a sabiendas de que la categoría depende por contrato de la Selección Mayor y una movida contraria puede afectar negociaciones futuras.
En conclusión, mientras tanto, las charlas entre Tapia y Sampaoli se orientan a lo profesional: apuntan a la organización del viaje con los juveniles, a los que en su mayoría tuvo como sparrings en Rusia 2018.
El DT, activo, también conversó con Hermes Desio, coordinador de las selecciones menores (Sub 17 y Sub 15). Carlos Desio, por caso, fue el conductor del Sub 19 que participó en los Juegos Odesur, en Cochabamba.
El hermano del preparador físico de la Selección y su equipo estarán a disposición para lo que Sampaoli necesite, dado que su cuerpo técnico quedó disminuido con las partidas del mecionado Beccacece, Martín Bressán (preparador físico), Javier Meneghini (analista de video) y Nicolás Diez (ayudante de campo).
En consecuencia, durante la jornada de martes el entrenador buscó reunir a la tropa propia, para saber con quién podrá contar para la aventura en L'alcudia. Así, en principio, Jorge Desio (preparador físico), Matías Manna (analista) y Martín Tocalli (entrenador de arqueros) lo acompañarán en España. Lionel Scaloni (nexo con los jugadores de Europa), quien no volvió con el grupo a Buenos Aires y reside en Europa, se acoplará en Valencia como AC. También sigue en funciones Ezequiel Scher, agente de prensa del DT.
Y, como principal actividad, Sampaoli delineó el bosquejo de la lista de jugadores, basada en los sparrings y en algunos nombres de peso que puede agregar, como Gonzalo Maroni y Agustín Almendra (en la pretemporada de Boca en Orlando) o Facundo Colidio (Inter). Para ello, necesita de la buena voluntad de los clubes, que no están obligados a ceder a los jugadores y tienen coartada para negarse, dado que el torneo se juega en el epílogo de las pretemporadas y con actividad copera de por medio.
Ante este panorama, antes de dar a conocer la nómina formalmente, desde el complejo de Ezeiza sondearán club por club para chequear la disponibilidad de las jóvenes promesas. En su favor: está lejos de la fecha límite para la presentación del listado; pero necesita ponerse a trabajar con sus nuevos pupilos con urgencia.
Mientras su futuro mantiene el sello de un signo de interrogación, Sampaoli invirtió la jornada en planificar un nuevo viaje. Esta vez, no al Mundial de Rusia, sino al torneo COTIF L'alcudia, donde competirá con Uruguay, Rusia, Marruecos, Mauritania, Qatar, Venezuela, India, la Selección Autonómica Valenciana y la Selección Autonómica Murciana.
En Valencia buscará repetir el título que Argentina cosechó en 2012 con Mauro Icardi como figura; el delantero del Inter que Sampaoli optó por no llevar al Mundial. Y, con el conjunto juvenil (que debe enfocarse en la puesta a punto para el Sudamericano, pautado para enero de 2019), intentar remendar un poco la imagen que había dejado en Chile y en Sevilla. La confianza, al menos la de los dirigentes de la AFA, luce muy difícil de remontar.
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