El 24 de mayo de 2000 no es un día más para los hinchas de Boca. Esa fecha quedó marcada en la historia grande de la institución y pasó a ser un encuentro bisagra para dos de los máximos ídolos de la institución: Martín Palermo y Juan Román Riquelme.
Esa noche el Xeneize superó por 3 a 0 a River, dio vuelta la serie, eliminó a su archirrival en La Bombonera y accedió a los cuartos de final de la Copa Libertadores, certamen que terminó ganando al derrotar en la final al Palmeiras. En la ida el Millonario había triunfado por 2 a 1.
Este partido no es solamente recordado por esas cuestiones, en la retina de todos los futboleros quedó una de las mejores obras de arte de Román y el "muletazo" de Palermo.
Durante el segundo tiempo, el enganche tomó la pelota sobre el sector derecho del campo, y cuando Mario Yepes se le acercó para marcarlo dejó en ridículo al colombiano con un exquisito caño.
"Siempre que me preguntan sobre esa jugada digo que tiene más mérito Yepes que yo, porque creo que cualquier jugador de fútbol hubiera pegado una patada. Él me siguió hasta el córner y no hizo nada. Creo que eso es más de hombre que haber tirado un caño en ese partido", sostuvo el futbolista.
Carlos Bianchi optó para ese encuentro colocar dentro de la nómina a Martín Palermo, quien venía de dejar atrás una importante lesión. "Si ellos ponen a Palermo en el banco, yo pongo a Enzo (Francescoli). No hay problema", soltó de manera desafiante el Tolo Gallego en la previa. Y el Loco le contestó con un agónico tanto para liquidar el partido y desatar la locura en el estadio.
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