En el último año, la presencia de Paulo Dybala en la selección argentina quedó marcada por una frase que casi lo condena. "Es difícil jugar con Messi", expresó por aquel entonces, y puso en serio riesgo su futuro en el elenco nacional. Sin embargo, en la consideración de Jorge Sampaoli primó su calidad futbolística, por lo que el cordobés será uno de los 23 jugadores que representarán al país en el Mundial de Rusia 2018.
En su llegada a Buenos Aires, tras una exitosa temporada en la Juventus de Italia, el delantero pidió dejar atrás aquel contrapunto con "La Pulga". "No tiene sentido seguir hablándolo", dijo, firme, al conversar con los periodistas en el hall del aeropuerto de Ezeiza.
"Soy positivo, creo que voy a estar en Rusia", se ilusionó, al mismo tiempo que habló del valor del respaldo de los hinchas: "Lo más importante es sentir el apoyo de la gente. Esté o no en la lista, voy a apoyar porque quiero que se traiga la Copa".
Al ser consultado sobre la posibilidad de cumplir un anhelo personal, sostuvo: "Lo vivo con mucha alegría. Uno de chico siempre sueña con tener estas competiciones y representar a un país tan lindo como el nuestro. Ojalá sea con un gran final".
"Siempre es difícil. La tuve que pelear en cada club que estuve. Voy a dar el máximo para estar cuando me toque. Tengo una energía y unas ganas tremendas", recalcó.
Finalmente, Dybala se refirió a la probable ausencia de su amigo Mauro Icardi, quien está en la lista preliminar 35 de la selección argentina pero se estima que no integrará la convocatoria definitiva de 23.
"Es un grandísimo jugador. Es el goleador de un campeonato (el italiano) en el que es difícil hacer goles. La decisión es del entrenador. Yo tengo una gran amistad con él, pero no opino", concluyó.
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