La expectativa llegó al final cuando el Atlético Madrid y el Olympique de Marsella salieron al Groupama Stadium de Lyon luego del espectáculo musical que se observó en la ceremonia de clausura. Una perfecta asistencia de Lucas Ocampos hacia Thauvin y una proyección de Rami expusieron la tendencia con la que se vivió el duelo: protagonismo francés y contragolpes españoles.
El duelo de estrategas se abrió con un error defensivo. Una pésima salida entre Mandanda y Zambo Anguissa le dio la posibilidad a Gabi de habilitar a Griezmann. Casi sin merecerlo o buscarlo, la figura gala resolvió con una definición cruzada ante el arquero y celebró el 1 a 0. La Europa League volvía a teñirse de rojo y blanco.
Como si se tratara de un maleficio que imponen los más supersticiosos, Payet cometió el error de tocar el trofeo antes de salir a la cancha y a la media hora se vio obligado a abandonar el choque por una lesión muscular. El único de los protagonistas que interactuó con la copa fue reemplazado por Maxime López. Sus lágrimas reflejaron la sensación del volante de Saint-Pierre.
En el complemento el Colchonero volvió a golpear a través de la sociedad conformada entre la figura de la noche y Koke. Con una resolución magistral, Griezmann extendió la diferencia para que los calimochos recorran las calles de la Neptuno en los festejos anticipados por un nuevo título continental. Además, la vía aérea de Diego Godín amenazaba con una goleada. El método Cholo se vivía en su máxima expresión.
Hasta la fortuna estaba del lado del Atlético Madrid. La ocasión más clara se observó a falta de 10 minutos cuando Mitroglou le ganó en el salto al Faraón y embistió un cabezazo en el palo. Los esfuerzos de Jan Oblak y el recorrido del balón por la línea de meta impusieron el suspenso en lo que hubiese significado el descuento. A pesar del extraordinario clima en las tribunas, el trofeo tenía grabado el nombre español en su nueva edición.
La perfecta combinación ofensiva sirvió para bajar el telón. La visión de Koke, la solidaridad de Griezmann y la precisión de Gabi sellaron el 3 a 0 definitivo en Francia. Del mismo modo que en 2010 y 2012, el Aleti se quedó con la Europa League, corona que le permitirá jugar la Supercopa frente de Europa al ganador de la Champions. La probabilidad sobre un nuevo derby madrileño aporta una cuota de morbo adicional para el choque entre el Merengue y el Liverpool en Kiev.
Seguí leyendo: