"A Guillermo le trajeron un 50% de lo que pidió y lo siguen desvelando Gómez y Marchesín", contó Hugo Barros Schelotto. El papá de los Mellizos brindó más detalles de la intimidad de la familia y de las pretensiones del entrenador de Boca.
"Benedetto, Goltz, Centurión, esos pidió, pero a Guillermo lo siguen desvelando Gómez y Marchesín. Sin faltarle el respeto a Rossi que lo ha bancado a muerte, pero a él le gusta Marchesín, para completar un plantel de primer nivel", reveló.
El defensor del Milan de Italia y el arquero del América de México fueron dirigidos por Barros Schelotto en su etapa como entrenador de Lanús.
Mientras Hugo reconoció que siente "más admiración por ellos como entrenadores que como jugadores", contó que en la intimidad "Guillermo es muy familiero y un gran cocinero".
Las frases más destacadas de Hugo Barros Schelotto, en diálogo con Súper Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad (97.9).
EL GUILLERMO NO ENTRENADOR
"Es muy familiero. Es un gran cocinero, la señora se sacó la ventaja en eso, porque le encanta cocinar. Boca es un monstruo, y hace que lo vea poco. Es muy meritorio lo que hacen y están haciendo. El hincha de Boca lo quiere mucho y lo valora mucho. Realmente es una alegría muy grande saber que es la persona con más títulos en la historia de Boca, pero se trata de la retribución al trato que le han dado en Boca, inclusive en sus peores momentos cuando Palacio le sacó la titularidad y Macri le dijo '¿Que quéres hacer?' y él le dijo que quería jugar, pero que no quería establecer presión. Y se fue a Estados Unidos, donde también ganó 4 títulos".
EL GEN GANADOR: MÉRITO DE SU MADRE
"Yo fui un frustrado jugador de fútbol. En la rama de mi señora, que es docente, quizás había un par de familiares que ganaron algo en Gimnasia en los años 50. El ADN de ella influyó más que el mío. El aprecio que le tienen en Boca escapa de los límites normales, el máximo insulto que le hicieron en Boca fue "caprichoso". Cuando era chico no era "caprichoso", era de hacer líos en el consultorio, jugaba a la pelota, no le gustaba estudiar, pero terminó la secundaria bien".
ADMIRACIÓN MÁS POR ENTRENADOR QUE JUGADOR
"Siento más admiración por ellos como entrenadores que como jugadores. Como jugador podían demostrar sus condiciones y terminaban ahí. No tienen idea ustedes en Lanús que al principio lo veían como sapos de otro pozo y después le hicieron un acto de despedida que te hacía llorar. En Boca es fuera de serie, siempre tuvo el apoyo de todos de los jugadores, dirigentes e hinchada. Ayer me llamó la atención en los festejos en la Bombonera con todos los referentes y figuras como Pavón, que es un monstruo, Pablo Pérez, Tevez, todas excelentes personas, pero al primero que ovacionó la Bombonera fue a Guillermo, eso te emociona. Ayer me emocionó ese "Guillermo… Guillermo…". Igual muchas veces le pregunte a Guillermo, 'che ¿qué te dice "Wanchope" qué no lo ponés?'. 'Nada, siempre de buen ánimo y con muchas jodas'. A veces se enoja cuando le pregunto mucho de fútbol y me dice: 'Si me seguís preguntando de fútbol, te voy a empezar a preguntar de medicina'".
LOS DÍAS PREVIOS A LA CONSAGRACIÓN
"Fueron tremendas las horas de los días previos. Tuvo tanta relajación después del título, que dije no voy a llamar para no molestarlos y resulta que agarró el teléfono y me estaba llamando él. Siempre lo llamo yo primero después de un partido. Los días previos lo veía tranquilo, pero muy tenso. Yo escuché decir que era caprichoso, eso lo acepto, pero escuché decir que era un aprendiz de técnico, que Boca iba a perder el campeonato, que este Boca no iba a quedar en la historia y nadie lo iba a recordar por lo mal que juega. Por más que él decía que no le afectaba, todo eso pesaba y mucho".