Independiente no pudo imponerse en el duelo ante Gimnasia, que rescató un empate sobre la hora por 2-2 en el estadio Libertadores de América. En el primer tiempo, el árbitro Silvio Trucco sancionó un agarrón de Jorge Figal a Leandro Contín y desató una polémica, no por la falta en sí, sino por la resolución disciplinaria para con el defensor.
A los 20 minutos de la primera parte,el delantero del Lobo agarró mal parados a los defensores del conjunto dueño de casa y se escapó solo en dirección al arco defendido por Martín Campaña. Figal sujetó a su rival dentro del área, Trucco no dudó en sancionar penal y en mostrarle la tarjeta amarilla al zaguero. Sin embargo, segundos más tarde, anuló la amonestación y le enseñó la roja.
Este cambio de decisión sobre la marcha trajo dudas y desinformación en el público. La falta cometida y el fallo disciplinario se solía denominar como "la triple sanción" (penal, expulsión y suspensión).
Anteriormente, todas las faltas con identidad de oportunidad manifiesta de gol debían ser sancionadas disciplinariamente con tarjeta roja. Es decir, que no importaba el lugar en el que era concebida la infracción; el jugador debía ser expulsado.
Sin embargo, en junio del 2016 se decidió hacer cambios en la regla. El nuevo texto trajo otras interpretaciones en lo disciplinario: si un jugador comete una falta contra un adversario dentro su propia área penal que malogre una oportunidad manifiesta de gol y se concede un penal, el infractor será amonestado si la misma constituía una tentativa de jugar el balón. Pero en todas la demás circunstancias, es decir, agarrar, arrastrar, empujar, sujetar, no permitir jugar el balón, etc, el infractor deberá ser expulsado.
Por lo tanto, trasladando estos conceptos a la acción desarrollada en el estadio de Independiente, se puede observar cómo Figal no va en disputa de la pelota, sino que sujeta directamente al rival para cortar su avance. En consecuencia, debe ser expulsado.
Silvio Trucco corrige su error a tiempo y se ajusta a derecho antes de que se reanude el juego, por lo que su decisión es válida y avalada por el reglamento.
En caso de que la infracción hubiese sido realizada fuera del área y con identidad de ser considerada oportunidad manifiesta de gol, también debía penalizarse siempre con expulsión, sin importar la intencionalidad.
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