0-1
1-1
1-2
2-2
3-2
4-2
Roma goleó 4-2 al Liverpool este miércoles en el Estadio Olímpico, pero no pudo revertir el 5-2 sufrido hace una semana en Anfield. Por eso, los ingleses accedieron a la final de la Champions League y enfrentarán el 26 de mayo al Real Madrid en Kiev.
A los 9 minutos, un grosero error de Radja Nainggolan permitió la contra de la visita que terminó con un zurdazo cruzado de Sadio Mané que se metió contra el palo más lejano del arco defendido por Alisson y el 1-0 en el marcador.
El 6-2 en el global daba por sentenciada la llave pero los italianos reaccionaron rápidamente y gracias a un blooper consiguieron el empate. A los 14 minutos, el zaguero Dejan Lovren se apuró a rechazar un balón suelto en el área, con tanta mala fortuna que éste pegó en la cabeza de su compañero James Milner y se metió en propia puerta.
Más allá del tanto recibido, los británicos se acomodaron en el campo de juego y volvieron a ponerse en ventaja. A los 25 minutos, Georginio Wijnaldum cabeceó un centro al área, luego de una distracción en la defensa, y estableció el 2-1.
En el segundo tiempo, la Roma saltó al campo de juego sabiendo que tenía que marcar 4 goles para llevar el partido al alargue. La hazaña parecía imposible, pero comenzó a sentirse en el empate de Edin Dzeko, a los 6 minutos del complemento tras un potente derechazo cruzado.
A los 17 minutos se dio la gran polémica del partido cuando el hombre del conjunto italiano Stephan El Shaarawy remató a escasos metros del arco y con el arquero vencido, pero su remate se estrelló en el brazo de Trent Alexander-Arnold, quien se lanzó como si fuese el arquero. El árbitro ignoró la situación y señaló tiro de esquina.
El Liverpool entró en el juego de su rival y apostó al golpe por golpe. Pero en esta ocasión Roberto Firmino y Mohamed Salah estuvieron lejos de su mejor nivel y no pudieron acompañar la velocidad de Mané, el tercer hombre de ataque de la visita.
El correr de los minutos hizo apagar la ilusión de la Roma que encontró el tercer gol cuando quedaban 4 minutos para el final, gracias a un remate fortísimo de Nainggolan que pegó en el palo y se metió en el arco de Loris Karius, de mediocre actuación.
Ese grito levantó al local que en seguida encontraría el cuarto. Una polémica mano del defensor Ragnar Klavan, que había ingresado en el segundo tiempo, fue juzgada como intencional y el árbitro esloveno Damir Skomina pitó penal. Nainggolan lo cambió por gol en el tercer minuto de adición pero no hubo tiempo para más y el marcador quedó 4-2.
Así, el conjunto italiano quedó eliminado estando a un gol de la hazaña y el Liverpool clasificó a la final que disputará ante Real Madrid el 26 de mayo en Kiev.
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