Uno de los chicos lo tenía agendado con el poco agraciado apodo de Ballena. Uno de los imputados preso, por su sobrenombre más conocido. Y otro de los imputados, por su nombre real.
El teléfono de un importantísimo dirigente de la AFA quedó registrado así en la causa por abusos de menores de Independiente. Y es la persona de mayor peso que hoy está siendo investigada por la Justicia, que intenta probar si se trata de una simple coincidencia o si realmente esta persona – que fue clave en el armado de poder de Julio Grondona en las categorías del Ascenso-, está involucrado en la presunta red de pedofilia que afecta al fútbol argentino.
Por eso este lunes por la mañana hubo un nuevo procedimiento en el predio que Independiente posee en Villa Domínico.
Antes de las nueve y a poco de que empezara el entrenamiento, una camioneta del Polo Judicial de Avellaneda se hizo presente y pidió a los hombres de la pensión que les franquearan el paso.
Buscaban los celulares de tres chicos que están allí, que según los investigadores también podrían haber tenido algún contacto con el directivo en cuestión, que hoy mantiene un lugar de preeminencia entre los que mandan en el fútbol de las categorías menores.
Se llevaron información para ser periciada y lo que se obtenga de la misma podría ser vital para el futuro de este hombre, al que alguna vez los rumores lo involucraron también con un caso similar en la zona norte del Gran Buenos Aires, aunque después la presunta denuncia mediática no llegó a los Tribunales de San Isidro, donde siempre se sospechó de una mano amiga para acallar los mismos.
Tampoco la Justicia tiene por ahora pruebas concretas de abuso, ya que aún faltan tomar bastantes declaraciones testimoniales, aunque el delito de grooming es, como mínimo, por el que lo están investigando.
De hecho diez días atrás, en conferencia de prensa, el Procurador bonaerense Julio Conte Grand habló de siete casos probados y diez posibles entre los chicos de Independiente.
Días después, los chicos abusados pasaron a ser nueve, tras dos testimonios más en cámara gesell. Y se espera que esta semana pasen por ese trámite los ocho jugadores de Inferiores restante, para certificar sus dichos iniciales ante un perito psicológico, sumando así como mínimo en caso de constatarse 17 víctimas de este aberrante delito.
En los resultados de estos tres teléfonos de los chicos y en las pericias del resto de los aparatos incautados es donde reside la esperanza de la UFI 4 de Avellaneda de dar con todos los implicados.
Son 282.000 contactos entre llamadas, whatsapp y mensajes de texto lo que está procesando la división de delitos tecnológicos de la Policía Bonaerense.
Además del tiempo que lleva analizar y cruzar todos esos datos, las empresas de telefonía aún tienen pendiente mandar la titularidad de una cantidad muy importante de abonados cuyos números aparecen por doquier, pero al no haber intervenciones telefónicas previas no se sabe en qué se basaban las comunicaciones.
Sólo la empresa Claro pudo acercar los primeros datos, pero la información llega en cuentagotas. Sumado a eso, la fiscal Soledad Garibaldi tiene ahora un objetivo primario: hacer todo el corpus probatorio para presentar el pedido de procesamiento con prisión preventiva para los seis acusados que hoy están tras las rejas.
Su día límite es el domingo próximo y de no llegar en tiempo y forma, los involucrados podrían salir en libertad. Por eso se trabaja contra reloj en la sede de la avenida Mitre 2698 para que esto no suceda. De hecho tanto la fiscal como su secretario y el juez de la causa, Luis Carzoglio, siguieron en sus despachos todo el fin de semana.
En el caso de los chicos, Independiente puso a disposición un cuerpo de psicólogos especializados en abusos tanto para ellos como para sus familiares, algunos de los cuales están en Buenos Aires desde hace una semana.
Si bien siguen entrenando normalmente, pasaron por nuevas situaciones traumáticas. Por un lado cuando debieron concurrir al médico legista, cuya revisación por ley es exhaustiva por más que en el proceso está probado que no sufrieron un vejamen anal. Y por el otro, porque en los partidos contra Talleres de Córdoba y Tigre, correspondientes a las fechas tres y cuatro del torneo Juvenil, los rivales utilizaron la desdeñable práctica de tratar de sacarlos, recordándoles de todas las formas posibles el caso en el que estaban implicados, aún cuando no conocieran las identidades de los jugadores abusados.
Es que el mundo del fútbol aún debe pelear contra una cultura donde se revictimiza una y otra vez a quienes padecieron el peor de los infiernos.