Rehenes de los conflictos que rodearon a la AFA, estuvieron 18 meses sin entrenarse. En septiembre de 2017 fueron al paro por las deudas en el pago de los viáticos. Encararon la Copa América sin la preparación adecuada. Y en plena competencia se desayunaron con que la imagen de la camiseta de la Selección femenina era… una modelo.
Todo eso atravesaron las chicas que defienden la celeste y blanca en la Copa América de Chile. Así y todo, alcanzaron la fase final de la competencia y hoy vencieron 3-1 a Colombia, con goles de María Florencia Bonsegundo, Soledad Jaimes y Mariela Coronel.
Las guerreras ya se aseguraron un lugar en los Juegos Panamericanos de Perú 2019 y, si terminan entre las dos primeras en la fase final (que, además de con su vencido, comparten con Brasil y Chile) obtendrán una plaza para el Mundial de Francia 2019 y los Juegos olímpicos de Tokio 2020.
Las dirigidas por Carlos Borrello, que tienen a Estefanía Banini, la Messi de Wahington Spirit (Liga de Estados unidos), como figura, no dejaron pasar las peripecias. Juegan, ganan, defienden los colores, pero al mismo tiempo no se callan. En consecuencia, optaron por protestar de una manera muy peculiar: a la hora de la clásica foto de formación, todas posaron al mejor estilo Juan Román Riquelme: imitando al Topo Gigio, buscando que las escuchen.
El último gran conflicto se dio cuando las jugadoras se enteraron que las fotos de la presentación de la camiseta de la Selección femenina las hicieron con una modelo en lugar de exhibirlas con quienes la defienden.
¿Y las jugadoras de seleccionado femenino? ¿Acaso no tendríamos que ser nosotras las que presentamos camiseta?
VERGONZOSO. pic.twitter.com/TE7A8ylVY1— Lauchi Oliveros (@LaurinaOliveros) April 15, 2018
Laurina Oliveros, una de las arqueras del plantel, fue la voz cantante en el reclamo. "¿Y las jugadoras del seleccionado femenino? ¿Acaso no tendríamos que ser nosotras las que presentamos la camiseta? VERGONZOSO", posteó en Twitter y recibió el apoyo de sus compañeras en las redes sociales.
El jueves, la Selección se medirá ante Brasil, una de las potencias en la disciplina. Y las chicas volverán a jugar con orgullo, dejando de lado los conflictos, más allá de que entienden que, haciéndolos visibles, es el primer paso para lograr una solución.
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