Después de la humillante goleada sufrida ante Godoy Cruz, San Lorenzo se presentó ante su gente para debutar en la Copa Sudamericana ante el Atlético Mineiro. Con un recambio notorio, el equipo de Claudio Biaggio demostró una actitud agresiva desde el minuto cero y presionó a su rival en todos los sectores de la cancha.
A pesar de pregonar una superioridad basada en el sacrificio de los intérpretes del Ciclón, la falta de claridad en ofensiva llevó a que el marcador se abra con una acción polémica. Un remate de media distancia de Blandi y un rebote de Victor fueron los factores que contribuyeron en la conquista de Gudiño. Una escena que debió ser anulada por la posición adelantada del cordobés.
En el inicio del complemento Botta gestó la mejor jugada de peligro. El ex Tigre se sacó de encima a dos hombres y envió un centro pasado para que Castro improvise una descarga para la llegada de Blandi. Solo por la defectuosa resolución del goleador con pasado en Boca, el Ciclón no extendió su ventaja.
Con la mínima ventaja el Cuervo logró revertir la imagen que había dejado frente al Tomba y dejó las esperanzas encendidas de cara a la revancha que se disputará el 8 de mayo en Brasil. El Pampa celebró la victoria para confiar en un plantel que tiene como objetivo quedar entre los 5 primeros de la Superliga para acceder a la próxima edición de la Copa Libertadores.
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