Meteoro se convirtió en un referente para varias generaciones. Desde su creación en la década del sesenta, la serie animada cautivó a un público que va más allá del mundo tuerca. La historia detrás del joven piloto forma parte de la nostalgia que se percibe cuando los fanáticos del Moto GP se acercan al Museo de Termas de Río Hondo y se paralizan cuando ven al Mach 5.
"Los que tenemos más de 40 años nos criamos con esos dibujos animados y se genera un hermoso momento cuando los padres le quieren trasladar esa pasión a sus hijos", le dijo a Infobae el director del establecimiento que expone la réplica del legendario auto.
Además del vehículo que convirtió en héroe a Meteoro, el museo cuenta con una gran variedad de coches de distintas épocas. Como lo explicó Jalo Cano, "sólo hay 4 réplicas (el Mach 5, un Halcón y 2 Lotus), porque el resto de los autos son originales". Sin embargo, la posibilidad de adquirir a otros prototipos de fantasía que alguna vez sorprendieron en la pantalla chica aumenta por la sorpresiva aceptación que tuvo la maravilla de ficción.
El Súper Perrari de Pierre Nodoyuna, El Espantomóvil de Creepy Coupe o el Súper Chatarra Special de Army Surplus podrían ser algunas opciones que supieron entretener con Los Autos Locos. "Estamos trabajando en eso. Hay un directorio que aprueba todas las incorporaciones, porque se requiere hacer una evaluación previa sobre la documentación de las piezas para no tener ningún inconveniente", confesó el directivo sin dar ningún indicio sobre su futura adquisición.
Naturalmente, como el animé forma parte del legado que se forjó en las pistas, Jalo Cano no dudó en elegir al hombre que podría reencarnar al piloto que brillaba en el Mach 5. "A nivel internacional sería Pechito López y en el ámbito local, Canapino. Uno podría ser Meteoro y el otro El Corredor Enmascarado, así los dos están en la zaga", analizó entre risas.
Como la variedad no sólo se remite a la ficción, lo más complejo que puede resultar en la muestra es elegir al más llamativo. El Justicialista de 1953, el Dalahaye de 1934, el Paniza Tornado de 1969, el Chevitú de 1964 o la Flecha de Plata de Fangio son algunas opciones que podrían liderar un supuesto ranking. Sin embargo, Cano no dudó cuando tuvo que optar por uno: "El Benetton es de los verdaderos Fórmula 1 de la década del noventa. Cuando uno lo escuchaba pasar era un violín. Tiene un motor V10 que suena de verdad, no como los de ahora".
En el recuerdo del director del museo todavía suenan las aceleraciones que impuso Norberto Fontana en su momento. "El año pasado tuvimos la posibilidad de que lo maneje cuando se corrió el Turismo Carretera. Fue un deleite para todos los argentinos que tuvieron la posibilidad de escuchar de nuevo a un Fórmula 1″, concluyó.
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