Tras haberse recuperado de la lesión en su rodilla y perder protagonismo en el Manchester United, Zlatan Ibrahimovic volvió a demostrar todo su talento en el Galaxy de Los Ángeles. En su debut, el sueco se despachó con un doblete y fue la figura del encuentro.
Nueve días después de anunciar su llegada a uno de los equipo más exitosos de la MLS, el jugador de 36 años tuvo su estreno en la liga estadounidense cuando ingresó al campo de juego a los 71 minutos. Su equipo caía 3-1 ante Los Ángeles FC en el clásico de la ciudad.
Sin embargo, el sueco cambió el giro del partido. Primero convirtió el gol del empate a través de un potente remate desde más de 40 metros de distancia que dejó sin reacción al arquero rival.
Luego, en el cierre del choque, el ex Barcelona e Inter de Milán cabeceó un centro desde la izquierda para darle el 4-3 agónico y así sellar un triunfo para su equipo.
Zlatan había estado más de siete meses fuera de las canchas por una lesión ligamentaria en su rodilla derecha sufrida en abril del año pasado ante el Anderlecht de Bélgica. Desde su vuelta, en noviembre de 2017, apenas disputó siete encuentros con los Diablos Rojos por lo que decidió ponerle fin a su contrato y buscar aires nuevos en Norte América.
Ibrahimovic demostró estar más vigente que nunca. De esta manera, habrá que esperar si con el correr de los partidos el surgido del Malmö consigue volver a su mejor nivel y es llamado por su selección para disputar el Mundial de Rusia.
Si bien el atacante había renunciado al equipo nacional en 2016, hace algunas semanas cambió de parecer y se refirió a su ilusión de poder acudir al que sería su tercer Mundial (disputó los de 2002 y 2006). "Echo de menos la selección. Siento que puedo dar un buen rendimiento. Veremos, es una cuestión difícil. Quiero sentir que puedo rendir. No quiero ir solo porque sea alguien. La puerta no está cerrada para nada", había declarado.
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