La noticia explotó el 16 de enero pasado: Edwin Cardona, Wilmar Barrios y Frank Fabra, tres de los futbolistas colombianos de Boca, quedaron involucrados en una causa por lesiones leves, amenazas, presunto abuso sexual y privación ilegítima de la libertad sobre dos mujeres que habían estado con ellos en un departamento ubicado en Puerto Madero.
El ruido mediático cesó, pero la historia no está cerrada: Cintia Del Carmen Giménez rompió el silencio. Es una de las dos denunciantes (la otra es Amanda Khaterine Alayo), que además acreditó las lesiones leves, por las cuales acusa a Barrios. Y asegura tener los audios de compatriotas de los jugadores pidiendo "arreglar" la situación.
Cuando debió ratificar su denuncia ante la jueza Provitola, pidió días de gracia porque perdió el embarazo de tres meses que cursaba. Giménez señala que el aborto espontáneo tuvo relación con la situación de stress y angustia que atravesó por el hecho. Habrá que ver cómo toma el caso la Justicia, dado el tiempo transcurrido respecto del suceso.
La mujer habló con Informes Rebeldes, por Radio Urbana y dio su versión sobre lo ocurrido la noche del conflicto, detalló las amenazas que recibió y las consecuencias que le trajo su denuncia. "Me sentí ultrajada, pero me sentí peor por cómo me trataron ellos, dijeron un montón de cosas en los medios, se dieron el lujo de insultarme, de agredirme", dijo.
"Tuve miedo por mi bebé. Me sentí agredida, son personas que tienen mucho poder. Sobre todo por cómo me hablaban, con esa soberbia. Me decían palabras en la jerga colombiana, me insultaban. Cardona me agarró mi celular y lo revoleó… Era ir a una previa y nada más y terminó en todo esto", contó sus sensaciones del encuentro que derivó en la denuncia.
"A raíz de todo esto yo perdí el bebé. Y quería hablar para que no les pase nuevamente tanto a mí como con otras personas. En este tema no hay cuidado hacia las mujeres. No se respeta nada. Y esto lleva un proceso judicial", advirtió.
Luego dio testimonio de por qué relaciona los hechos con la pérdida de su hijo en gestación: "Yo me voy de vacaciones cinco o seis días con mis hijas porque estaba amenazada y además había feria judicial. Antes del suceso el embarazo estaba perfecto. Yo sentía el embarazo. El mismo día que volví, me volví a angustiar, a llorar toda la noche, no poder dormir. Y cuando me fui a hacer la ecografía de control, me avisaron que el bebé había dejado de latir".
"Yo quiero seguir con esto en la Justicia", avisó Giménez. "Ando con botón antipánico, tengo miedo, no dejo ir a mis hijas a las casas de los compañeros por miedo a que tengan un loquito familiar hincha de Boca… Las amenazas fueron contra mí y contra mis hijas", concluyó.
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