Los secretos detrás del éxito del Manchester City de Guardiola: "Jugar bonito es el mejor negocio"

Ferrán Soriano, CEO del City Football Group y ex vicepresidente de Barcelona, es el cerebro que impuso una estrategia que entiende que el fútbol estético convoca con más eficacia al dinero. La comparación entre Messi y Michael Jordan, el "mito" de Agüero y el debate de las sociedades anónimas en Argentina

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"Jugar bonito te coloca en otro nivel a largo plazo, es el mejor negocio". A la mesa de debate de la vieja discusión entre jugar bien y ganar se sienta un sorpresivo polemista: la calculadora. Resulta que el estilo también cotiza en bolsa. En Manchester City, bandera del fútbol estético en la actualidad, el ejecutor de la idea desde el banco de suplentes, con la pizarra, es Josep Guardiola. Pero detrás del escritorio la estrategia pertenece a Ferrán Soriano.

Licenciado en Ciencias Empresariales, de 50 años, Soriano es el CEO del City Football Group, la compañía que maneja el monstruo de la Premier League, que ha diversificado sus inversiones en otros cinco países, con New York City FC (Estados Unidos), Melbourne City FC (Australia), Yokohama Marinos (Japón), Girona FC (España) y Club Atlético Torque (Uruguay).

Antes de desembarcar en el City, su experiencia en el fútbol había sido mágica: entre 2003 y 2008, fue vicepresidente económico y director general del Barcelona, el Barcelona que brillaba con Ronaldinho, que vio brotar a Messi, que le entregó el buzo de entrenador a Pep Guardiola para que iniciara una de las eras más brillantes de la historia del fútbol.

"Yo no sabía nada del fútbol, venía del mundo de los negocios – le explica a Infobae desde Inglaterra- Tuve que aprender desde el mundo de la empresa y el sentido común. No es verdad que la pelota entra o no entra, y eso depende de la suerte; la pelota entra si trabajas bien. Si tomas una secuencia de 10 años en la vida de un club, la suerte no juega ningún papel. Lo que conduce al éxito o fracaso, es el trabajo", asegura con una convicción contagiosa.

"La pelota no entra por azar", justamente, se llama el libro que editó con su experiencia en Barcelona, que hoy trasladó al Manchester City hasta con nombres propios: contrató a Txiki Begiristain como director deportivo y a Pep como su comandante futbolístico.

El lunes, Soriano brindará una conferencia en Buenos Aires, organizada por TNT Sports, en La Usina del Arte, a partir de las 19 (las entradas se consiguen en el sitio de Ticketek). Y allí continuará revelando los secretos del éxito de los Ciudadanos que él apuntala, detrás de las figuras de Guardiola y el Kun Agüero.

— Usted dijo que gestionar un plantel de 20 o 25 millonarios es una pesadilla. ¿Cómo se manejan seis planteles así de seis clubes, como ocurre hoy con el City Group?

— Es difícil, lo que funciona es el lenguaje del fútbol. Los jugadores ganan dinero, pero no es el factor más motivante. Los que llegan a jugar en la élite son personas que quieren ganar. Y esto no tiene que ver con dinero. La motivación parte del fondo de su cabeza o corazón. Por eso digo que los que gestionan bien grupos de jugadores lo hacen desde criterios futbolísticos. Messi dijo en su momento que Guardiola es duro, pero justo. El jugador sabe que lo va a exigir, pero también que va a ocurrir lo mismo con todos.

— El proyecto del City no es el habitual. No sólo buscan hacer crecer al club, sino que buscan anexarle "sucursales".

— La idea es el intento de ser locales y globales. Si miras los equipos muy grandes son marcas globales, pero tenemos una dificultad, un reto, causado por la lejanía. Si eres aficionado del Manchester City en Argentina, tus posibilidades de verlo en directo son casi nulas. Nosotros fuimos en verano hace 3 años a Australia, durante una semana estuvimos muy presentes, por los amistosos, porque salimos en TV, estuvimos en las tiendas. Pero no volvemos más. El calendario no permite volver. Esta estrategia es distinta, innovadora: hace que tengamos un equipo en Australia, el Melbourne City. Les ofrecemos a los aficionados de allí un equipo global, entre los mejores del mundo, y un equipo local al que pueden ir a ver cada fin de semana. No digo que esté bien o mal, pero hasta ahora nos va bien. Es original. Para los aficionados y nuestros sponsors.

— ¿Pero no pierden identidad los equipos en los que invierten estando el Manchester City detrás?

— Son locales, auténticos. La marca es City Football Group, pero es el nombre de la empresa. Las identidades a las que apostamos son las marcas de equipos locales, los aficionados son del Melbourne, no del Manchester City. Muchos fanáticos del Nueva York City también pueden simpatizar por el Arsenal, por ejemplo.

— ¿Cómo eligen los clubes en los cuales invertir? ¿Tienen a Argentina dentro del radar para hacerlo?

— Nuestras decisiones se basan en los siguientes factores. Uno, países donde hay potencial de crecimiento, como Australia o Estados Unidos. Allí el fútbol no es el deporte N° 1, pero sí el que más crece. Otro criterio: que se trate de un fútbol organizado, de ligas estables. El tercer criterio es futbolístico: dónde hay talento. Ahí entra la idea de invertir en Uruguay. Hay mucho talento para desarrollar, traer ese talento a Europa tiene dificultades. entonces llevamos nuestro método y tecnología a Uruguay. En Argentina hoy no se puede porque la ley no lo permite.

— En Argentina los clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro. ¿se puede aplicar su modelo a una estructura así?

— El fútbol argentino es una fuente inagotable de talento, los inversores estarían dispuestos a invertir en Argentina si estuvieran dadas las condiciones. No nos damos cuenta de la dimensión global del fútbol. En países como Argentina, donde hay tanto talento, cerrar el mercado es una oportunidad perdida. Si el mejor talento del fútbol está en Argentina, debería expandirse. Tal vez falte inversión, y a veces la estructura tradicional no lo puede. ¿Esto quiere decir que se destruye la esencia del fútbol? Yo creo que no. Barcelona, club al que conozco bien, se ha convertido en un negocio global, pero tiene gobernanza.

— Pero en Argentina los clubes además cumplen con una función social, de contención. ¿Una estructura como la de Manchester City lo contempla?

— Se contempla. En nuestra estructura existe una organización llamada City en la Comunidad; lo hace muy bien. Y tiene muchos recursos. El pensamiento es: hagamos de esto un buen negocio, porque tendremos dinero para aplicar a políticas sociales. Hay distintas maneras de hacerlo. En Inglaterra los clubes pueden ser solo propiedad privada. En Alemania sólo el 49% puede ser privado; el resto, estructura social. Puede haber un camino del medio para abrirse a los capitales.

— Usted trabajó en una estructura en la que supo tener primero a Ronaldinho como figura, luego a Lionel Messi.  ¿En Manchester City es Guardiola?

— Si le preguntamos a Guardiola, diría que no. El intento es que el equipo tenga identidad por si mismo. En términos prácticos, si les preguntas a las personas a quién asocian con Manchester City, lo asocian con Guardiola. Con Messi no se puede comparar porque es el mejor del mundo y de la historia. Nosotros tenemos jugadores extraordinarios, pero ninguno tiene el destaque de Messi.

— Que el fútbol de Guardiola sea atractivo y convocante, ¿es mayor negocio que contratar a un entrenador más pragmático, que gane con otras herramientas?

— Esa es nuestra visión. En los últimos cinco años concebimos esa idea, nosotros le llamamos beautiful football (fútbol hermoso, o bonito). Todos los equipos del City Football Group tienen principios básicos: posesión de balón, línea defensiva alta, táctica 4-3-3, con ofensiva abierta. Primero deben jugar bien y luego ganar. Hay otras recetas, claro. Los argentinos tienen la discusión entre Menotti y Bilardo. Nosotros somos Menotti. Lo hicimos con Manuel Pellegrini como entrenador; Guardiola nos ha llevado un paso más. Es la receta para ganar en el campo y crecer como club. El otro día,  Chelsea jugó de manera defensiva ante el City y perdió, pero el año pasado ganó la liga. Respetamos todas las formas.

(Reuters)
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— ¿Los equipos que consiguen resultados sin un fútbol estético pueden representar un buen negocio de todas maneras?

— Lo que nos coloca en otro nivel a largo plazo es jugar un fútbol bonito. No es una teoría, es práctica. Cuando tomamos el Barcelona había terminado séptimo la temporada; contaba con dos estrellas argentinas, Riquelme y Saviola. Y luego ganamos todo. El cambio comenzó en 2003, y el posicionamiento ha quedado marcado. Si hubiésemos ganado igual sin jugar tan bien, hubiera sido una victoria efímera.

— Usted dijo varias veces que Messi tiene las puertas abiertas, ¿imagina volver a contar con él?

— A todos nos gustaría, he trabajado muy bien con él, pero está donde quiere estar. No es ni planteable.

— ¿Qué significa tener un Messi en el staff?

— ¿Qué le dio Michael Jordan a los Bulls? Es el mejor del mundo, es una suerte. Barcelona ha tenido esa suerte y le dio una proyección extraordinaria al club. Barcelona también ha ayudado a Messi en esta proyección. No hay nada mejor.

— Si hubiera estado en la organización del Mundial de Rusia, ¿cómo hubiera impactado si la Argentina de Messi no hubiese clasificado?

— Hubiera sido un desastre, los mejores tienen que estar, y Messi es el número 1 de la historia.

Reuters
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— En Manchester City cuenta con dos argentinos: Nicolás Otamendi y Sergio Agüero. ¿Qué le aportan al equipo?

— Nos ayudan mucho, por el talento que tienen; también por el carácter ganador. Tienen ese tipo de motivación que no tiene que ver con el dinero. Otros argentinos, Tevez, Zabaleta, Willy Caballero, ya han sido parte del corazón del equipo. Desde el punto de vista comercial ayuda, el número de aficionados argentinos del City está por encima del que sigue al resto de los equipos de la Premier League. Otamendi es espectacular y con Guardiola no ha hecho más que mejorar. Agüero es un mito. Anotó el gol histórico que nos dio la liga en 2012, pero continuó, convierte 30 goles todas las temporadas. Está en un momento óptimo.

REUTERS/Andrew Yates
REUTERS/Andrew Yates

— En el último mercado de pases, Manchester City recibió críticas por el nivel de inversión. Mourinho fue uno de los que alzó la voz. 

— Cuando estás en este negocio sabes que te van a criticar, piensas en lo mejor para los intereses del equipo. Si miras los diez fichajes más caros de los últimos tiempos, ninguno es del City: Pogba, Lukaku, Neymar, Mbappé… Hemos hecho inversiones importantes porque hicimos un cambio generacional, con jugadores con proyección, de 19, 20, 22 años. Cualquiera de esos jugadores hoy valdrían 100 millones de dólares. Además, Manchester City gana dinero. Los últimos tres años no gastamos más de nuestras posibilidades económicas. No veo motivo para la crítica. Tenemos que responder si ganamos o no.

 
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