Tras recibir las medallas, el plantel del Manchester City, en el clímax de la coronación, se hace acreedor del trofeo de la Copa de la Liga. Pero los jugadores ejecutan el rito de la exhibición en velocidad, el pasamanos es ágil hasta que el cetro queda en manos de Sergio Agüero, quien es el encargado de alzarlo para la gran explosión, y así desatar la locura de los Ciudadanos.
La escena resulta lógica: la gloria contemporánea del City está directamente asociada al Kun. Ni el primer título de la era Guardiola le roba protagonismo.
El delantero, de 29 años, no sólo convirtió el 1-0 en la final ante Arsenal (el duelo terminó 3-0), dejando en ridículo a Mustafi al ponerle el cuerpo, y definiendo con calidad, por encima del arquero. Con el conquistado esta tarde, el ex Independiente acumula 11 títulos en su carrera, seis con la casaca del Man Blue.
Dos Premier League (2012 y 2014), una Community Shield (2012) y tres Copas de la Liga, ya una costumbre (2014, 2016 y 2018), integran su palmarés. También dos vueltas olímpicas con el Atlético Madrid (europa League y Supercopa europea en 2010) y tres con las Selecciones Juveniles de Argentina (dos Copas del Mundo Sub 20 en 2005 y 2007 y los Juegos olímpicos de Beining 2008).
Su grito ante Arsenal fue el 199 con la casaca del City; sólo uno lo separa de las dos centenas. Además, resultó el quinto consecutivo ante los Gunners.
La celebración, en la que también se destacó Nicolás Otamendi (hubo foto de la armada argentina con el trofeo, en la que esbozó el número tres con los dedos, por la cantidad de títulos que ostenta en el certamen), fue especial para el Kun.
En plena vuelta olímpica, se acercó a una de las tribunas e hizo ingresar al campo a su hijo Benjamín, que también lleva los genes Maradona gracias a su mamá Gianinna, la hija del ex capitán y campeón mundial con la Selección. La herencia de gloria está asegurada.
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