Cuando en el Inter un futbolista cumple años, siempre aparece Mauro Icardi en escena haciendo padecer al agasajado. Pero los compañeros se tomaron revancha y no lo perdonaron en su 25° aniversario, adentro del vestuario y después de que se bañara.
Un par de futbolistas del Neroazzurro tomaron desprevenido al capitán del plantel y le echaron encima una bolsa de harina y varios huevos en la cabeza, mientras se encontraba desnudo, con una toalla que cubría sus partes íntimas.
El argentino se lo tomó con sorna: hacía cuatro días había participado del mismo rito con el defensor italiano Andrea Ranocchia, quien cumplió 30 años y no tuvo una agradable sesión de masajes.
Pese a haber sido protagonista de un conflicto interno no hace mucho, Icardi se siente a gusto en la entidad italiana, aunque continúa en carpeta del Real Madrid y otros clubes que podrían acercar una oferta por él en el próximo mercado.
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