Hay un caldo de cultivo muy espeso en el fútbol argentino. A mí no me consta que la AFA trabaje en contra de River, pero hay una gran sospecha entre los hinchas.
Si hoy hacemos una encuesta, el 90% de los simpatizantes de otros clubes deben pensar lo mismo.
Históricamente, nunca se insultó a un presidente de la Nación desde las tribunas de una cancha de fútbol. También es cierto que ninguno fue presidente de una institución grande como lo fue Mauricio Macri en Boca.
Yo estoy seguro de que el 60% de la gente que ayer insultó a Macri en la cancha de River lo votó para presidente. Lo mismo debe pasar con la gente de San Lorenzo. El Gobierno debería tomar nota de lo que está ocurriendo y tener en cuenta que esto que pasa desde una expresión política, económica, deportiva y social como lo es el fútbol, va en desmedro de su figura.
Yo soy alfonsinista. No soy macrista, pero voté al presidente y pretendo que le vaya bien. Me duele ir a una cancha, a "mi" cancha que es la de River, y escuchar que lo insultan.
Cuando habló de tener la "guardia alta", Marcelo Gallardo dijo algo que la mayoría no se anima a expresar.
Fue una simple opinión, pero es una figura importante y sus palabras tienen peso. El tema es que River debería tener la guardia mucho más arriba en este momento y solo bajarla si los dirigentes se sinceraran, desactivaran la bomba y calmaran la situación. Las declaraciones del "Muñeco", de todos modos, son una causa menor, no son el origen de los cánticos contra el presidente.
Claudio "Chiqui" Tapia no ha disimulado ser fanático de Boca y no se da cuenta de cómo eso lastima a la figura presidencial. Él debería ser el presidente de todos los clubes. Julio Grondona, más allá de los errores que cometió, se desprendió de los colores de Independiente al llegar a la presidencia de la AFA. Incluso su equipo se fue al descenso durante su gestión.
Si esto no se frena, es algo que va a seguir. Algo está pasando y los hinchas se dan cuenta. Todavía estamos estamos a tiempo. Los dirigentes deberían dar la cara e intentar cambiar la situación.
Todo esto se originó con aquella elección con trampas para la presidencia de la AFA. Allí comenzó la desorganización del fútbol argentino políticamente hablando: River y San Lorenzo se apartaron de la AFA por no estar de acuerdo con los manejos de Tapia y de Daniel Angelici.
Con aquel 38-38 la cosa se empezó a degenerar y la gente se da cuenta sola de lo que está pasando. A Marcelo Tinelli lo maltrataron, lo caminaron, lo pisaron.
Los arbitrajes ahora son desastrosos contra River, y lo de ayer de Jorge Baliño y el asistente Alejandro Mazza fue vergonzoso. Es una situación que merece gran atención.
Macri tiene como asesor a una persona inteligente como Jaime Durán Barba, quien debería aconsejarle que tome cartas en el asunto. Debe decirle que salga a desactivar esta bomba que puede estallar en el fútbol argentino. Más teniendo en cuenta que el próximo 14 de marzo se jugará la final de la Supercopa Argentina entre River y Boca en Mendoza.
Angelici es un hombre capaz e inteligente. Como amigo del presidente, también debe estar tomando nota de lo que ocurre.
El presidente, siendo tan futbolero como es, está absolutamente capacitado para desactivar esta bomba y calmar las aguas. Macri es más inteligente que Tapia y debería ser el encargado de suavizar esta situación.
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