"El pez por la $$$$ muere", una camiseta con su nombre tapada con cinta e insultos al por mayor. El recibimiento para Julio Buffarini, hoy lateral-volante de Boca, por parte de los hinchas de San Lorenzo, club en el que estuvo entre 2012 y 2016, fue duro. El cordobés, de 29 años, palpitaba una hoguera similar, pero lo que vivió en el Nuevo Gasómetro superó sus expectativas. "Me dolió mucho, no esperaba un recibimiento así, pero el hincha es pasional. Creo que la mejor plaqueta que tengo es el recuerdo; bien o mal, dejé todo. Pasé de pelear por el descenso a jugar una final del mundo", le dijo Buffa a ESPN FC. Lo curioso fue el consejo que varios de sus compañeros le dieron para que se preparase psicológicamente para el momento del hostigamiento masivo.
"Algunos me decían que me iban a recibir como realmente me merecía, por lo que gané. Pablo Pérez recordaba que él estaba en Newell's cuando con San Lorenzo le ganamos 3-2, perdíamos 2-0. Me decía: 'Ese día vos levantaste a la gente, se van a acordar'. Fue un partido clave para salvarnos en 2012", contó el ex Talleres, Ferro y San Pablo una de las posturas. La otra, la más masiva, transmitió la recomendación. "Varios me fueron cargando en la semana previa, me tiraban: 'Deciles a tu señora y a tu nena que te vayan puteando para que te acostumbres para el domingo'", contó.
De lo que Buffa se hizo cargo fue de sus palabras: en su momento, cuando se fue del Ciclón, había asegurado que, de volver a la Argentina, sólo lo haría con la casaca azulgrana. Luego, el panorama cambió. Sin justificar las agresiones, asumió el párrafo que le tocó en la historia de desencuentros: "Me hago cargo de lo que dije en su momento, lo sentí de esa manera. Después de jugar un año y medio afuera, se dio la posibilidad de volver a jugar en Argentina, en San Pablo no estaba jugando. San Lorenzo tenía cubierto el puesto y salió Boca, con lo que significa Boca. Es un trabajo. Hoy quiero disfrutar del mundo Boca, que no me paro de sorprender".
"El campeonato no está terminado", sentenció, ya hablando de fútbol. También se refirió al hecho de estar actuando como volante por derecha, su puesto natural hasta que Juan Antonio Pizzi, en San Lorenzo, lo transformó en lateral. "Tuve una charla con el técnico y no tengo problemas. Es un puesto que conozco", dijo.
Para el final, casi como un preámbulo de la Supercopa Argentina que se jugará entre Boca y River el 14 de marzo, el cordobés se explayó sobre su amistad con Lucas Pratto, ayer compañero en San Pablo, hoy figura en el Millonario. "Ayer tuvimos una cena con él, soy amigo de Lucas. En Brasil estábamos siempre juntos; aparte de un grandísimo jugador, es una gran persona. ¿Quién pagó? Cada uno su parte. Aunque allá nos cansamos de comer asado en casa, y él siempre traía el postre, nomás", lo chicaneó. ¿Y si en el Superclásico de la Supercopa le toca marcarlo a fuego? "Ya le le dije: 'Tirate para otro lado de la cancha'".
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