Tras el empate que animaron Leganés y Sevilla en Madrid, el Barcelona recibió en el Camp Nou al Valencia, en el encuentro correspondiente a la semifinal de la Copa del Rey. A pesar de la ola polar que sacudió a España, el Culé impuso el calor de su juego con el brillo de sus figuras: Lionel Messi, Luis Suárez, Andrés Iniesta y Gerard Piqué, por citar algunos.
Sin embargo, el sólido esquema defensivo ideado por Marcelino atentó contra la propuesta blaugrana. Las dos líneas de cuatro y la salida rápida de Luciano Vietto conformaron un problema complejo para los dueños de casa. La ausencia de situaciones de riesgo y el sacrificio del Equipo Che llevaron a que el descanso llegue sin emociones en Cataluña.
Tuvo que aparecer la magia del astro rosarino para que el combinado de Ernesto Valverde se ponga en ventaja. Fue cuando el mejor jugador del mundo logró desarticular a la defensa visitante por el sector izquierdo para habilitar a Lucho Suárez. El uruguayo, con toda su efectividad goleadora, festejó el 1 a 0 a pesar de los desesperados intentos de Rúben Vezo. La justicia comenzaba a reflejar lo acontecido en la cancha en el marcador.
A pesar de la mínima ventaja el Barcelona se convirtió en el principal candidato a quedarse con la corona. El hecho de que no le hayan convertido goles en su casa le permite soñar con un nuevo título.
La revancha será el 8 de febrero en el Mestalla y el ganador buscará alzar la Copa del Rey con el vencedor de la llave que animarán Sevilla y Leganés en el Sánchez Pizjuán. Como en la ida aquel duelo concluyó 1 a 1, los andaluces quieren volver hacer historia, como lo hicieron en la edición del 2009/10, cuando rompieron con la hegemonía del Barcelona y el Real Madrid.
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