Ezequiel Ham se subió a un avión con destino a Japón para dejar atrás aquel fatídico 19 de septiembre de 2015, que todavía lo persigue. En aquel Argentinos-Boca disputado en el estadio Diego Armando Maradona, Carlos Tevez fue a disputar con exceso de vehemencia un balón con él y le provocó triple fractura de tobillo, tibia y peroné, situación que lo alejó de la alta competencia, al punto de que, en más de dos años, apenas disputó tres encuentros con la camiseta del Bicho. En consecuencia, para dar vuelta la página de una vez por todas, el mediocampista central, de 23 años, se incorporó a préstamo hasta fin de año al Gifu, de la Segunda División Nipona. Ya en proceso de adaptación en su nuevo hogar, Ham se permitió volver a referirse al episodio, en nota con TyC Sports.
"El tema de la lesión es una etapa cerrada. Estoy en condiciones de jugar, por ahí no tuve las oportunidades en el último tiempo, por eso acepté esta propuesta para lograr continuidad. Es una liga competitiva y estoy contento", señaló, no sin antes confirmar un detalle que Infobae dio a conocer el 8 de enero. "Con Tevez, después de que salí de la clínica, no volví a hablar".
En las últimas semanas, el volante quedó apartado del plantel profesional y se entrenó con el grupo de relegados en el predio que Argentinos posee en el Bajo Flores. Su entorno, por más que Ham intente cerrar una etapa, continúa dolido porque entienden que Tevez no estuvo cerca del futbolista al que lesionó, más allá de la famosa "foto del perdón" en el hospital. En consecuencia, Yamil Ham, hermano periodista del jugador, publicó aquel duro mensaje en redes sociales apuntándole a "Carlitos". "Chicos sub 23 del fútbol argentino, cuidado. Volvió el humilde quebrador de pibes", escribió, devolviendo el conflicto a escena. "Habrá sido un descargo, no fue con maldad", concluyó el mediocampista, desde Japón.
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