El próximo jueves será un día importante en la vida de Independiente y de Hugo y Pablo Moyano, presidente y vice del club de Avellaneda. Porque se espera que en dicha jornada el juez federal Luis Armella proceda o no a darle impulso inicial a la causa por lavado de activos en la institución que le envío su par de la Justicia ordinaria, Gabriel Vitale, quien fue el magistrado interviniente en el proceso por asociación ilícita de la barra brava Roja, que tiene en prisión a su líder, Pablo Álvarez, y, entre otros, al vice del club, Noray Nakis. El nuevo proceso se originó a partir de las denuncias de los propios barras de la utilización del club para lavar dinero a través de empresas propias de los dirigentes o supuestos testaferros, y de mesas de dinero asociadas a directivos de peso de la institución. Esto es lo que deberá probar o desechar Armella.
Claro que indicios de negocios cruzados hay, lo que en principio no significa delito. Por ejemplo, el secretario general del club, Héctor Maldonado, es además protesorero de Camioneros y delegado de la familia Moyano en Organización Coordinadora Argentina SRL, nombre real de OCA, la mayor empresa postal privada del país. De hecho, en agosto del año pasado, "Yoyo", como se lo conoce en el mundo del fútbol, se reunió con el defensor del pueblo Alejandro Amor en representación de OCA. Y como esta firma fue el mayor sponsor de Independiente desde la asunción de Moyano como presidente en 2014 hasta fin del 2017, la Justicia sospecha que podría haber desvío de fondos de un lugar hacia el otro. Porque a la propia investigación le resultó llamativo cómo pasó de pagar ocho millones de pesos a 25 en un solo año por el mismo auspicio en el frente de la camiseta. Es más, el dueño de OCA y con quien los Moyano entraron en conflicto un año atrás, Patricio Farcuh, también fue muchas veces señalado como socio de la familia, y de hecho vieron juntos en varias ocasiones partidos de fútbol, incluyendo el Mundial Sudáfrica 2010. La ruptura y el proceso de crisis de la empresa postal hizo que este año el "Rojo" debutara con el pecho limpio en sus partidos de verano y del torneo local.
Otro sponsor que está en la mira por vínculos cruzados es Audifarm SA, que pasó en 2014 de estar en la manga de la camiseta a publicitar también en estática, pantalla en partidos y palcos; y de pagar dos millones de pesos en el primer año, saltó a ocho en su segunda temporada. El dueño de Audifarm es Marcos Hendler, quien también lo era de Droguería Urbana, máximo proveedor de la Obra Social de Camioneros, hasta quedar procesado junto al administrador y al auditor de la obra social por defraudación y administración fraudulenta por el presunto uso de troqueles falsos y cobro de reintegros de medicamentos no suministrados a pacientes. Según publicó el diario Perfil en su momento, la llegada de Hendler a Droguería Urbana produjo un salto de facturación de 5 millones de pesos a 30 en solo dos años. Pero, además, Hendler fue presidente de Administradora de Farmacias SA y su vice allí era su pariente, Yair Hendler, quien es vocal tercero de la Comisión Directiva del club y, al mismo tiempo, el hombre fuerte a cargo de todo el fútbol amateur de la institución, donde se forjan los futuros cracks que valen millones de dólares. Y es hombre de Pablo Moyano. De hecho, el año pasado, a ambos les comunicó que dejaba Independiente el ex coordinador de Inferiores, Claudio Vivas. Yair además aparece en los registros de la Inspección General de Justicia como socio de la empresa Benito Quinquela 1662 SA, en la que también participa Ezequiel Fernández Dorado, otro miembro de CD del club que tuvo a su cargo, como arquitecto, la supervisión de las obras de remodelación del estadio, que ganó la empresa EVA SA, propiedad de la familia Franchi, quienes también ganaron varias licitaciones de relleno sanitario y plantas separadoras de residuos, en ocasiones en municipios donde la recolección de basura la hace la empresa Covelia SA, tantas veces adjudicada mediáticamente a Hugo Moyano.
También en la causa por asociación ilícita quedó en la mira la empresa Integradores SA, que hacía los tickets para el club Independiente y donde los barras aseguran que iban a buscar los suyos, que después se ponían en el millonario circuito de la reventa. La firma que fue allanada en diciembre es propiedad de Néstor Aníbal Canosa, quien administraba el hotel de Camioneros en Pinamar y el del sindicato de peajes en Bariloche, como informó 15 días atrás este medio, además de brindar el servicio de internet no solo para el club, sino también para las licencias de Camioneros.
Por último, Armella también deberá investigar, si es que decide impulsar la causa, la supuesta mesa de dinero de un hombre de la comisión directiva muy vinculado al negocio de la gastronomía, donde según denunció "Bebote" Álvarez pasaría la plata de los pases de los jugadores de Independiente vendidos al exterior y que se trabajan financieramente durante algunos meses antes de imputar el dinero al club, pero solo por el monto original de la transferencia sin los intereses de esas presuntas operaciones.