Transpiró el Barcelona para ganar en Anoeta, como le suele ocurrir cada vez que visita al Real Sociedad. Venció 4-2 gracias a la determinación y la clase de Luis Suárez, el artillero que lo devolvió al partido… Y, claro, a la magia de Lionel Messi, que también estuvo presente en las acciones importantes. Y que armó su propio show con dos apariciones dignas de lo que representa: una verdadera leyenda.
En efecto, el astro argentino, de 30 años, participó en el 2-2, con un arranque vertiginoso que llevó su sello, y cedió para "Lucho" que, con un toque sutil al segundo palo, superó la resistencia de Gerónimo Rulli. Y también se encargó de cerrar el partido, de firmar el 4-2 con un tiro libre de antología, un zurdazo teledirigido que dejó sin reacción al portero. Fue su conquista 591 oficial y 1003 si le anexamos los gritos en Inferiores, Selecciones juveniles, amistosos y encuentros a domicilio.
Además, el gol, que anotó a seis minutos del final del partido, representó el 366 por la Liga de España, quedándose con el récord en soledad como máximo anotador con un único club en una de las ligas top de Europa (compartía el honor con el alemán Gerd Müller). Bonus track: el tanto de tiro libre fue el número 19: de esta manera, igualó la cantidad de conquistas que tiene por esa vía Cristiano Ronaldo en Real Madrid.
Pero, aunque no finalizó en la red, Messi dejó otra perla en el cotejo ante Real Sociedad: a los 36 minutos de la segunda parte, se sacó un defensor de encima con un sombrerito excelso, para luego sacar un remate que tenía destino de gol, pero que se topó con los guantes de Rulli. Hubiera sido otra obra de arte pero el resultado de la acción no logró disminuir la calidad de un nuevo show brindado por el capitán de la Selección argentina.
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