Como parte del plan de dosificación de esfuerzos a partir de su ardoroso deseo de llegar en óptimas condiciones al Mundial, Lionel Messi recién debutó en la Copa del Rey en el partido de vuelta de los octavos de final. Y lo hizo a su modo, con una función a toda orquesta. Porque el astro argentino, de 30 años, anotó dos goles y dio una asistencia para el 5-0 de Barcelona ante Celta, que le otorgó el pasaje al "Blaugrana" para cuartos de final del certamen en su edición 2017/2018.
Corrección: dos goles en dos minutos. A los 13 y a los 15 minutos del primer tiempo, el primero y el segundo de los cinco, para eliminar los nervios por el 1-1 de la ida. El 589 y 590, según las cifras oficiales, el 1001 y 1002, anexando los goles en Juveniles, Inferiores, amistosos y yerbas varias. Y el pase-gol, además, fue el N° 240 en su carrera.
Los goles, además, fueron similares. En el primero, Jordi Alba (su mejor socio en los últimos tiempos) tocó de primera, de aire, para su ingreso. Y Messi, pisando el área por el centro, cacheteó con el empeine para el 1-0. En el segundo, el propio 10 inició la acción abriendo para el lateral zurdo, que lo buscó instintivamente en el centro atrás. Y Lionel, con cara interna, facturó. La asistencia, ante tanta generosidad de Jordi, fue una devolución de gentilezas: pase filoso para la diagonal del ex Valencia, que anotó.
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