Una mesa de dinero, varias botellas de champagne francés, el timbeo duro y parejo con los millones que entran por los pases de los jugadores, un empresario gastronómico, un ex funcionario kirchnerista, una constructora propia que sobrefactura trabajos al club, una cuenta en Luxemburgo, un vicepresidente que tiene porcentaje de futbolistas, la compra de otros futbolistas lesionados solo para hacer circular en blanco dinero negro, varios viajes alrededor del mundo por placer con esa plata malhabida y el nombre del secretario general del gremio de Camioneros metido en todo este entramado corrupto. Este es el cóctel explosivo que le cayó esta mañana a Luis Armella, juez federal de Quilmes, tras la denuncia girada por Gabriel Vitale, el juez de Lomas de Zamora que procesó con prisión preventiva a la cúpula de la barra brava de Independiente y al vicepresidente segundo de la institución, Noray Nakis. Además de tener imputado también por asociación ilícita a Héctor "Yoyo" Maldonado, secretario del club y protesorero de Camioneros.
La nueva causa por lavado de activos se basa en una denuncia de Pablo Álvarez y su mano derecha, Damián Langaronne, quienes hicieron dos nuevas ampliaciones indagatorias para contar lo que dicen saber sobre negocios espurios de parte de quienes mandan en la comisión directiva de Independiente. En principio y por ahora, la Justicia solo tiene sus dichos y no avanzó más: "Bebote" Álvarez dio dos direcciones para allanar que corroborarían sus palabras, pero el juez Vitale, que declinó la competencia de todo el caso, prefirió no hacer lugar al pedido y dejó que resuelva Armella. Y se verá si en ese trámite el nuevo juez encuentra material probatorio que dé sustento a las gravísimas acusaciones de los barras.
¿Cuál era la estrategia de estos dirigentes, según Álvarez, para ganar dinero ilícito defraudando al club? En su denuncia, asegura que el producido de cada venta que hacía Independiente pasaba por una cuenta en un paraíso fiscal (el club tiene abierta una en Luxemburgo desde la época en que presidía Javier Cantero) y de ahí llegaba a la Argentina a una mesa de dinero relacionada a un importante empresario gastronómico hincha del "Rojo", y en la que estaba involucrado otro vicepresidente del club y el propio Pablo Moyano. Según "Bebote", se ponía a trabajar esa plata ya sea en el mercado blue o pasándola a altas tasas en pesos y obteniendo un retorno fabuloso, aunque después en el balance del club solo se imputaba el dinero original de cada pase, quedándose para repartir entre la mesa chica los intereses obtenidos. Y cada operación exitosa era rubricada con un brindis con champagne francés, por lo que los protagonistas de esta historia terminaron conformando, siempre según la denuncia del barra, el "Grupo Champagne".
Pero además "Bebote" aseguró que el club terminó las obras de construcción del estadio por medio de una empresa relacionada directamente a la familia Moyano y que se habrían pagado sobreprecios que después regresaban en forma de retorno. Se verá si esto es cierto, tanto como que en la época de Julio Comparada el mismísimo Álvarez aparecía como gestor para la compra de las plateas del Libertadores de América. También afirmó el barra que el producido por pases de jugadores terminaba lavándose en la constructora en obras tanto en Capital como en el Gran Buenos Aires. Y sobre el rubro futbolistas fue más a fondo: aseguró que Independiente echó a principios de 2017 al médico del plantel, Luis Charadía, porque éste se habría negado a seguir firmando el apto de varios refuerzos que llegaban con problemas físicos. Claro que, si uno compara la cantidad de lesionados en Independiente, este año bajó drásticamente, lo que podría contradecir por completo las palabras del barra. Quien además afirmó que, con todas las ganancias por este presunto lavado de activos, los máximos dirigentes se habrían pagado varios viajes de placer, incluyendo destinos como Dubai, Miami, Londres, las playas de México y Nueva York.
¿Se le puede creer a "Bebote" Álvarez? La Justicia dice que sobre la anterior denuncia de duplicación de entradas para reventa y pago de cuotas sociales para los barras, algunos de los tiros que disparó dieron en el blanco. Pero en esta cuestión todos se manejan con mucha prudencia, porque conocen los bueyes con los que aran y saben que en una indagatoria no tiene juramento de decir verdad. De hecho, en su propia indagatoria, "Yoyo" Maldonado afirmó que era Noray Nakis el que intentaba hacer negocios en el club con futbolistas, y citó dos casos: el intento del dirigente de colocar a Ezequiel Cerutti en el "Rojo", que se cayó cuando averiguaron, supuestamente, que tenía el 40% del pase, y la frustrada venta de Martín Benítez al Galatasaray de Turquía, porque el club europeo pagaba siete millones de dólares, pero uno era para el propio Nakis, que tenía un familiar haciendo la gestoría del pase.
En medio de este escándalo, Daniel Llermanos, el abogado de Pablo Moyano, asegura que todo es una operación "berreta de delincuentes y marginales que están presos por la colaboración del club con la Justicia". Ahora será tiempo de saber quién tiene razón: si Llermanos o "Bebote" Álvarez. Y en eso, claro, está el juez Armella.
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