Causa Fútbol para Todos: autorizan el embargo de la herencia de Julio Grondona

La decisión la tomó la jueza Servini de Cubría: las declaraciones en el marco del FIFA Gate, que vincularon repetidamente a Grondona con maniobras de sobornos, tuvieron incidencia

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Otro revés para la familia Grondona, en un 2017 que vio el apellido de la familia mancillado repetidamente. La Jueza Federal María Romilda Servini de Cubría autorizó a los jueces en lo Criminal y Correccional de los juzgados número 3 y 8 a dictar el embargo preventivo de los bienes integrantes del acervo sucesorio de Julio Humberto Grondona.

La decisión se da en el marco de la causa Fútbol para Todos y tras las declaraciones de varios testigos y acusados en el juicio del FIFA Gate, en la corte Federal de Brooklyn, que relacionaron a Grondona, fallecido el 30 de julio de 2014, con distintas maniobras de sobornos.

La propia jueza le comunicó la determinación a Graciela Ocaña, diputada nacional por Cambiemos y una de las que impulsó con sus denuncias la investigación. "Vamos a seguir investigando irregularidades para que esa plata sea devuelta a los argentinos en obras y servicios", declaró Ocaña.

Alejandro Burzaco y Julio Humberto Grondona
Alejandro Burzaco y Julio Humberto Grondona

Uno de los desafíos que tiene la Justicia por delante es determinar con precisión el verdadero patrimonio de la familia Grondona, cuya dimensión pareció haberse incrementado ante cada revelación en el juicio del FIFA Gate, en Estados Unidos. El 15 de noviembre, Alejandro Burzaco, ex CEO de torneos y Competencias, declaró, por ejemplo, que Grondona recibió en 2011 15 millones de dólares por coimas de tres empresas de televisión que así se aseguraron los derechos de dos Mundiales. Y la operatoria, según los testimonios recopilados allí, era habitual.

Grondona fue presidente de la Asociación del Fútbol Argentino entre 1979 y 2014. Además, ejerció el cargo de vicepresidente de la FIFA entre 1988 y 2014. Toda una vida en posición de poder. Hoy, sus bienes se encuentra bajo la lupa.

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