
La final de la Copa intercontinental de 1992, disputada entre Barcelona y San Pablo, es una de la más recordadas. Se ha hablado y escrito mucho sobre esta definición, pero ahora salió a la luz una desconocida historia: el pacto secreto entre Johann Cruyff y Telê Santana.
El encargado de contar este desconocido hecho que se produjo en la antesala a la definición que tuvo como protagonistas al campeón de la Copa Libertadores con el vencedor de la Champions League fue el argentino Juan Carlos Loustau, el árbitro de dicho encuentro.

Todo sucedió durante la madrugada del 11 de diciembre de 1992, en un hotel de Tokio. Tras casi cuatro horas de charla, y muchas tazas de café, ambos entrenadores estrecharon sus manos para acordar que cualquier jugador que se saltara las reglas del buen fútbol sería retirado del campo.
"Aquella noche no podía dormir porque aún tenía los horarios cambiados, doce horas de diferencia con Argentina. Bajé al vestíbulo y fue cuando Telê me vio. Se levantó, me llamó y me dijo: Juan Carlos, venga que le voy a presentar a Johan Cruyff", contó el juez argentino en diálogo con Marca.
Loustau -padre de Patricio- explicó que "hablaban del fútbol como si fuera algo sagrado. Decían que interrumpir un partido con lesiones fingidas, esconder la pelota o hacer una sustitución para ganar segundos no les resultaba válido".
"Estaban convencidos de que perder jugando bien no es fracasar y de que en un partido leal, si se respetan los principios que los llevaron a esa instancia, no hay vencedores ni vencidos", declaró Loustau.
"Pero en cuarenta años de carrera nada me tocó más como haber participado en esa conversación entre Telê y Cruyff. Fue la cosa más enriquecedora que el fútbol me dio", afirmó.
Prosiguiendo con su relato, el colegiado afirmó: "Cruyff y Santana querían ganar, pero no de cualquier manera, no con patrañas. Tenía que ser con sus argumentos, que eran muy parecidos. Por ejemplo, hablaban con deleite del desafío de combinar la velocidad con la precisión para sorprender al rival".
"Ellos querían ganar con su credo y coincidían en que respetarlo era la base del éxito. Bastaba ver jugar sus equipos para entender que lo que ellos pregonaban, lo hacían sus jugadores", destacó.
En aquella definición, sobre el campo de juego, estuvieron futbolistas de la talla de Hristo Stoichkov, Michael Laudrup, Pep Guardiola, Ronald Koeman y Andoni Zubizarreta para los azulgranas. Mientras que entre los brasileños se destacaron Muller, Palhinha, Raí, Cerezo, Cafu y Zetti.
El encuentro finalmente culminó 2 a 1 a favor de los sudamericanos, quienes lograron dar vuelta el marcador gracias a los tantos de Raí -Stoichkov había abierto el marcador para los catalanes-.
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